El publicista Ildefonso García-Serena vuelve al mundo de la literatura con El hijo del doctor, la historia del hijo de unos exiliados en América Latina, una novela histórica a través de la cual se explora el drama de la emigración. Un tema que García-Serena conoce muy bien, porque él mismo nació en Buenos Aires, en 1949, hijo de padres republicanos. El libro estrena la colección de narrativa de la editorial Vegueta.

La desaparición del abuelo

La historia empieza con la misteriosa desaparición de un agricultor en el Alto Aragón, tierra de origen de García-Serena. Sin recibir nunca más noticias suyas, se lo dará por muerto. 100 años después, uno de sus descendientes investiga el misterio familiar no resuelto y va haciendo una búsqueda completa sobre su estirpe. Basada en hechos reales, este según su editora, Eva Moll de Alba, es un "relato denso", un libro "necesario". La novela, según Moll, es un viaje que dura todo un siglo y que es el recorrido de una familia "que podría ser la de cualquiera de nosotros".

De la publicidad a la novela

Después de tanto tiempo escribiendo historias en dos líneas, trabajando como publicista, García-Serena ha sentido la necesidad de dedicarse a una historia de forma tan extensa como fuera necesario. El autor ha asegurado que él no es el hijo del doctor, protagonista de la obra, pero sí que reconoce que los personajes que presenta "le son familiares" y son "como miles y miles de españoles que pasaron por las mismas circunstancias".

Una nueva colección

Vegueta Narrativa, la colección que estrena El hijo del doctor, quiere recuperar a autores contemporáneos, de diferentes sensibilidades, pero siempre con "una mirada inteligente y con calidad literaria", según la editora. Acompaña al libro de García-Serena, abriendo la colección, Corazones vacíos, de Juli Zeh, un thriller político que se sitúa en una compleja Alemania del futuro y que ha sido un éxito de ventas en su país. Para los próximos meses se ha previsto la publicación de El final del que partimos, de Megan Hunter, Kraft, de Jonas Lüscher y Un campo de peras, de Nana Ekvtimishvili. Paralelamente, Vegueta seguirá publicando obras infantiles y de poesía, dos campos en los que ya es una editorial consolidada.