Hollywood vive horas de mucha conmoción después del trágico asesinato este fin de semana del director de cine Rob Reiner y su esposa Michele. Ambos aparecieron degollados en su mansión y las autoridades acusan al hijo mediano de la familia, Nick, de 32 años. Los otros dos hijos de la familia, Romy y Jake, han roto el silencio y han hecho público un comunicado para expresar cómo se encuentran en un momento tan delicado. Su hermano se enfrenta a una cadena perpetua o lo que podría ser peor: la pena de muerte.

El comunicado, publicado en Los Angeles Times, dice lo siguiente: "No hay palabras ni siquiera para empezar a describir el dolor inimaginable que estamos experimentando a cada momento del día. La pérdida horrible y devastadora de nuestros padres, Rob y Michele Reiner, es algo que nadie debería tener que vivir jamás. No eran solo nuestros padres; eran nuestros mejores amigos. Estamos profundamente agradecidos por la avalancha de condolencias, muestras de afecto y apoyo que hemos recibido, no solo de familiares y amigos, sino también de personas de todos los ámbitos de la vida. Ahora pedimos respeto y privacidad, que las especulaciones se moderen con compasión y humanidad, y que nuestros padres sean recordados por las vidas increíbles que vivieron y por el amor que dieron".

Piden compasión y humanidad

Los otros dos hijos de los Reiner no mencionan en su comunicado en ningún caso la situación de su hermano, si bien piden respeto y privacidad y específicamente reclaman “compasión y humanidad” para moderar las especulaciones. Tras la aparición de los cadáveres, la policía detuvo al hijo Nick como principal sospechoso y poco después la fiscalía lo acusaba de un delito de homicidio y también de haber utilizado un cuchillo para consumar el crimen. Sobre la detención han aparecido también imágenes sobre el momento concreto en que la policía lo atrapó. La prensa norteamericana ha ido publicando detalles sobre cómo fue el fin de semana y la disputa que podría haber causado la reacción violenta del hijo mediano de los Reiner. Nick tenía problemas desde muy joven con las drogas y había intentado salir de esta situación en múltiples ocasiones, entrando y saliendo constantemente de centros de desintoxicación. El hecho, sin embargo, es que nunca ningún centro consiguió que rompiera su relación con las drogas. En un momento, sin embargo, que pasó una mejor época, llegó a rodar una película con su padre, Being Charlie, que se presentó en festivales en 2015. El trágico suceso ha provocado también polémica por la reacción que ha tenido el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ante la muerte del realizador, muy crítico con su gobierno.