Dice la Wikipedia que el año 2008 el Libro Guinness de los Récords certificó a Norman Quentin Cook como el músico que más veces se ha colado en el Top 40 de las listas de éxitos con proyectos, bandas y nombres artísticos diferentes. Mérito que lo acredita como una de las figuras más versátiles de la escena musical de las últimas décadas. Creador con una trayectoria que dibuja como ninguna otra la evolución, del pop independiente a la electrónica, las tendencias musicales al Reino Unido y por extensión al resto del mundo. Lo disfrutamos a mediados de los 80 como bajista de aquella joya pop nunca suficientemente reivindicados que fueron The Housemartins y desde mediados de los 90 lo bailamos en clubs, pistas y festivales cuando toma los platos como Fatboy Slim. Este domingo lo volveremos a hacer cuando visite de nuevo Barcelona para participar de estos maravillosos tardeos que son el Brunch Electronik. Esta vez la cita es en el Parc de la Trinitat en una nueva fiesta de ritmos y beats de que, a partir de las 13h y hasta las 22h, también tomarán parte, entre otros, Jamz Supernova y el actor Idris Elba evidenciando sus dotes como DJ.

Pero la culpa de todo es de su hermano, que se presentó en casa con el Damned Damned Damned (1977), el disco de debut de la banda de Dave Vanian y Captain Sensible, bajo el brazo. Al pequeño Norman le explotó la cabeza, convirtiéndose instantáneamente a la atea y anárquica fe del punk. Él, que había estudiado violín en la escuela primaria compartiendo pupitre con el futuro líder del Partido Laborista Keir Starmer, se decidió a golpear los tambores en Disque Attack, una banda de punk efervescente de la que acabó siendo el cantante cuando su vocalista abandonó el grupo obligado por sus padres: lo instaron a dejar la música para centrarse en su futuro universitario. Aquello de "niño, estudia y búscate un trabajo de verdad". En uno de los pocos conciertos que dieron Disque Attack, Norman conoció a Paul Heeton. La conexión fue instantánea. Match del que surgió una nueva aventura: Stomping Pondfrogs. No duró mucho. El grupo. Su amistad, sí. Atentos.

Riéndose de ellos mismos hasta morir

Norman Cook se marchó a estudiar a la Brighton Polytechnic, se quería licenciar en Estudios Británicos. Paul Heaton formó The Housemartins. Norman Cook más que a estudiar, se dedicó a descubrir la incipiente escena electrónica. Paul Heaton empezó a escribir algunas de las canciones más brillantes que ha facturado el pop británico desde la disolución de los Beatles. El año 1986 publicaron su primer disco, London 0 Hull 4. Una exquisitez que combinaba estribillos sublimes con conciencia política. Y justo cuando iban a iniciar su primera gira por Inglaterra destinados a convertirse en la alternativa más fiable a The Smiths, les abandonó a su bajista. Heaton descolgó el teléfono y llamó a su viejo amigo Norman Cook. No se lo pensó mucho. Hizo las maletas y partió hacia Hull. Solo grabaron un disco más, pero qué disco. The People Who Grinned Themselves to Death (1987) tendría que sonar cada día en radios, televisiones, podcasts y TikTok para hacernos la vida un poco más feliz. Tan bueno era que The Housmartins se separaron poco después de su publicación, conscientes de que ya nunca podrían igualar un hito como aquel. Siempre nos quedará poder escuchar Five Get Over Excited.

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The Housemartins (Norman Cook, segundo por la izquierda), pop|pulpo de lujo para la clase obrera

Eran inicios de los años 90 y Gran Bretaña sonreía con la acidez de la extásiatica cultura rave. Norman Cook, que siempre estuvo más interesado en la pista de baile que en las salas de conciertos, dio salida a sus inquietudes creativas a través de proyectos como Beats International y Freak Power, aventuras con cierta sensibilidad pop, pero que, fundamentalmente, bebían del acid jazz, el hip hop y el funk más infeccioso. Lo petaron fuerte con singles como Dub Be Good to Me, los primeros; Turn on, tune in, cop out, los segundos. Puro hedonismo sónico. Imposible, todavía ahora, 30 años después, no dejarse llevar por sus melodías lascivas. Lo mejor, sin embargo, todavía estaba por llegar.

Alabado sea Fatboy Slim

"Fatboy Slim no quiere decir nada. He dicho tantas mentiras diferentes a lo largo de los años al respecto que ya no recuerdo la verdad. Es solo un oxímoron, una palabra que no puede existir. Encaja con mi manera de ser: un tipo un poco tonto e irónico". Músico de mil-y-una caras, no había momento en que Norman Cook se sintiera mejor que cuando se situaba tras los platos de algún club de Brighton. Fue allí, en los garitos de la ciudad costera del sur de Inglaterra, donde empezó a ganarse un nombre como DJ tras el alias de Fatboy Slim. Sus sesiones eran bacanales de big beat, género de la electrónica que se alimentaba de los sonidos del acid house adornados con préstamos de funk, jazz, hip hop y rock. Un cóctel flamígero. Él fue uno de los padres fundadores de la etiqueta junto con compañeros generacionales como Prodigy, Chemical Brothers, Crystal Method, Propellerheads o Basement Jaxx.

Concierto de la Semana de las Juventudes (Sábado) (26619607049)
Fatby Slim: roguemos al gran Señor del big beat / Foto: Wikipedia

Con Better Living Through Chemistry Norman Cook se licenció en química. El primer disco de Fatboy Slim es muy bueno. You've Come a Long Way, Baby es una de las piedras angulares de la música electrónica. Un disco, desde la inicial Right Here, Right Now a la clausura con Acid 8000, modelado por algunos de los más percutores rompepista nunca perpetrados por un DJ: The Rockafeller Skank, Gangster Tripping, Praise You... son singles infalibles propulsados por videoclips demenciales (el de Praise You, dirigido por Spike Jonze y Roman Coppola, es una pequeña obra de arte del cine de guerrilla). Ciertamente, el nivel bajó con el posterior Halfway Between the Gutter and the Stars y Palookaville, su último elepé hasta el momento, y de eso ya hace veinte años (desde entonces se ha dedicado a proyectos como The Brighton Port Authority) es totalmente olvidable. Poca cosa más. ¿Pero quién necesita hacer más cuando eres un catedrático en química que hace décadas que hace bailar el mundo? Hoy lo volverá a hacer en el Brunch del Parc de la Trinitat.