En el anterior artículo hablábamos de expresiones que tienen su origen en actividades que se llevaban a cabo antiguamente, y tales expresiones siguen diciéndose a pesar de que aquellas actividades ya no se realizan. Hoy veremos más. Por ejemplo, la expresión arribar a misses dites. Significa 'llegar tarde'. En el catolicismo hay que ir a misa los domingos y fiestas preceptivas. En cualquier caso, un feligrés puede llegar tarde, saltándose las lecturas; pero forzosamente debe estar presente, al menos, en el momento el ofertorio, es decir, justo antes de que el cura consagre el pan y el vino. Si el fiel llega tras el ofertorio, es como si la misa ya fuera dicha y por eso no vale para aquel parroquiano (no ha cumplido con su deber religioso). Por cierto que, para referirse al hecho de llegar tarde, en catalán hay otra expresión: arribar a tres quarts de quinze. Esta frase hecha surge de la forma tradicional de decir las horas en la mayor parte de Catalunya, basada en la partición (en cuartos) de la hora que ya ha empezado (cuando ya se ha pasado de las nueve en punto, comienza la hora diez, y por eso se dice un quart de deu, dos quarts de deu, tres quarts de deu). Si alguien llega muy tarde es como si llegara a la hora quince, tan lejos de que los relojes no pueden albergarla...
Antiguamente, en algunas poblaciones había una especie de guardián nocturno, el sereno, que disponía de un silbato para cuando veía a alguien que intentaba hacer alguna fechoría aprovechando la oscuridad de la noche. Pero resulta que el sereno no tenía nada más; no era como los policías, que suelen ir armados. Por eso, aquel silbato era visto como algo inocuo para quienes querían cometer fechorías. A partir de ahí, se creó la expresión prendre algú pel pito del sereno ('tomar a alguien por el pito del sereno'), que significa que la gente no se toma en serio a otra persona. Que esta expresión se diga con palabras castellanas (pito, sereno) ¡no le quita popularidad!
Elementos lingüísticos que nos ligan con el pasado
Cuando alguien dice que algo está a la quinta forca significa que está muy lejos. Según se cuenta, eso es porque antiguamente en Barcelona había cuatro horcas (en catalán, forca) para colgar a los condenados a muerte, pero tuvieron que instalar una quinta horca, y resulta que la colocaron en las afueras, algo alejada de la ciudad, y de ahí que esta expresión signifique 'lejos'. Otro caso es anar de gorra 'no pagar'. Según se dice, el coche de línea (un carruaje con caballos) que iba de Barcelona a Igualada se detenía para comer en Martorell. La gente que viajaba llevaba sombrero (en aquella época todo el mundo lo llevaba), y lógicamente pagaban por lo que habían comido. Pero los conductores del carruaje no soltaban ningún dinero porque su almuerzo era pagado por la empresa del coche de línea; y los conductores llevaban gorra, no sombrero. De ahí que se asociara el hecho de llevar gorra con el de no pagar. Si alguien se inventó estas explicaciones, responderemos con una frase hecha italiana: Si non è vero, è ben trovato!