Eslovenia y Catalunya tienen unos curiosísimos paralelismos históricos, sobre todo en sus respectivos procesos de formación nacional, durante los siglos centrales de la Edad Media. Sin embargo, Eslovenia, después de siglos de pertenencia —como nación confederada— a los edificios políticos austríaco y yugoslavo, impulsó una revolución (1991) conducida muy inteligentemente que la convertiría en un Estado independiente. Eslovenia es la Catalunya del este... ¿Catalunya tiene que ser la Eslovenia del oeste?