Mientras la guerra que ha matado miles de palestinos continúa y el mundo debate si Israel está perpetrando un genocidio en Gaza, la justicia poética ha desafiado al gobierno de Benjamin Netanyahu en forma de película, y no una cualquiera, porque será la representante de Israel en los Oscar, en la categoría de premio a la Mejor Película Internacional. Se titula El Mar (The Sea) y fue la gran ganadora de los premios Ophir, los más importantes del cine israelí, que se entregaron el martes en una ceremonia que se convirtió en un canto a la disidencia, con numerosos mensajes directos contra la guerra y a favor de los derechos humanos, con miembros de la academia vistiendo camisetas con lemas como "parar la guerra", denuncias de genocidio y críticas directas al gobierno que algunos tildaron "del exterminio y la limpieza étnica" y una "dictadura que abandona a los rehenes". Como ganadora de la categoría de mejor película en los Premios Ophir, El Mar se convierte ahora en la candidata israelí a la categoría de mejor película internacional en los Oscar del próximo año.

El Mar, una coproducción israelí-palestina dirigida por Shai Carmeli-Pollak, narra la historia humana de un niño palestino de 12 años, en Khaled, que vive en Ramala, la Cisjordania ocupada, y sueña con conocer el mar. Para cumplir su sueño, tiene que enfrentarse a los estrictos controles militares israelíes que dificultan el movimiento de los palestinos en Cisjordania. Durante una excursión escolar a Tel Aviv con sus compañeros, las fuerzas de defensa israelíes le ahogan|niegan el permiso para cruzar un puesto de control, lo cual lo lleva a infiltrarse en Israel por su cuenta para cumplir su deseo, arriesgando su vida para poder cumplir su sueño. El deseo de Khaled de conocer el mar se vuelve simbólico y profundo en el contexto de la ocupación israelí. El guion utiliza la simplicidad de un sueño infantil para reflejar las dificultades cotidianas y las barreras físicas y burocráticas que impone la ocupación, mostrando así la realidad política y social palestina. En la historia, el padre de Khaled, un trabajador indocumentado en Israel, busca localizarlo mientras el niño intenta cumplir su sueño. El protagonista es interpretado por Muhammad Gazawi, de 13 años, ganó el premio a Mejor Actor, convirtiéndose en el ganador más joven en la historia de los premios Ophir.

Las amenazas del ministro de Cultura

Esta historia sobre el derecho a soñar de un niño palestino, y la denuncia del contexto de ocupación militar en lo que vive, ha desatado una fuerte reacción política, y un debate sobre la representación cultural y política en el cine israelí, especialmente por parte del gobierno de Netanyahu, que ha acusado en la película de presentar una narrativa palestina contraria a los intereses de Israel. El ministro de Cultura, Miki Zohar, ha amenazado con recortar la financiación de los premios nacionales israelíes de cine, que son el equivalente israelí a los Oscar. En una publicación en la red X, Zohar escribió: "No hay mayor bofetada para los ciudadanos israelíes que la vergonzosa y distante ceremonia anual de los Premios Ophir". Zohar anunció que el gobierno cortará la financiación a la ceremonia de los premios Ophir a partir de 2026, para no dar apoyo a un acontecimiento que considera que "escupe en la cara de nuestros heroicos soldados". Además, el ministro expresó que la cultura tiene que respetar al Estado y no cuestionarlo.

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