La Habana (capitanía general española de Cuba), 5 de diciembre de 1840. Hace 183 años. Antoni Font i Guasch (Vilanova i la Geltrú – La Habana, siglo XIX) y Josep Gener i Batet (l'Arboç del Penedès, 1831 – Barcelona, 1900) obtenían la autorización del capitán general Tellez Giron, máxima autoridad política y militar colonial, para la constitución de la Cofradía Catalana de Beneficencia, destinada a pagar los gastos médicos, de farmacia y de asistencia hospitalaria de las familias catalanas establecidas en Cuba que no tenían recursos económicos. Aquella institución sería nombrada, oficialmente, Sociedad de Beneficencia de Naturales de Cataluña Nuestra Señora de Montserrat y, popularmente, Cofradía de Catalunya. Sería la primera institución de ayuda mutua de la historia americana y una de las primeras del mundo.

Junta del Casal Catalán de La Habana (1928). El futuro presidente Macià, sentado en el centro. / Fuente: Pinterest
Junta del Casal Catalán de La Habana (1928). El futuro presidente Macià, sentado en el centro / Fuente: Pinterest

¿Quiénes eran Font y Gener?

De la vida de Antoni Font i Guasch sabemos muy poco, más allá de lo que revela la documentación del Despacho de Gobernación de Ultramar, que nos dice que era un negociante establecido en La Habana con cierta importancia social y una posición económica holgada. En cambio, de Josep Gener i Batet (que en los documentos de Ultramar consta como Gener i Guasch, el mismo segundo apellido que Font), ya tenemos más información. Esta documentación revela que era un self-made man que, partiendo de cero, había construido un pequeño imperio tabacalero. Emigrado a Cuba a los trece años, había trabajado en varias empresas comercializadoras de tabaco, y había acabado creando su propia marca de producción y exportación: La Excepción. Estos datos apuntan que el año 1840, cuando se constituye la Cofradía, Font y Gener forman parte de la élite catalana de Cuba.

¿Por qué una cofradía?

La creación de esta institución desmitifica la idea que todos los europeos que, durante la época colonial, iban a Cuba, hacían fortuna y se convertían en rampantes indianos. Y decimos europeos porque la emigración del decimonoveno siglo en Cuba es muy heterogénea: españoles, franceses, escoceses, catalanes..., y el resultado de aquella empresa, a escala individual, es muy desigual. La necesidad de asistir médica y hospitalariamente a los emigrantes catalanes que no tenían recursos para sufragar un tema tan básico pone de relieve un escenario de fuertes contrastes, de grandes éxitos personales y de estrepitosos fracasos, también personales. Esta idea se refuerza cuando sabemos que, acto seguido, la Cofradía creó una segunda caja para pagar el pasaje a Catalunya a aquellos emigrantes que no habían hecho fortuna y no tenían recursos, ni siquiera, para emprender el retorno.

La reina regente Maria Cristina de Borbó y el capitán general Tellez Giron / Fuente: Revista La Ilustración Americana y Real Academia de la Historia
La reina regente María Cristina de Borbón y el capitán general Tellez Giron / Fuente: Revista La Ilustración Americana y Real Academia de la Historia

¿Qué era Cuba el año 1840?

El año 1840 Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam ya son las últimas colonias españolas de ultramar. Los antiguos virreinatos y gobernaciones hispánicas de la América central y meridional se han convertido en flamantes repúblicas que, en muchos casos, han pasado de la tutela política y económica española a la de los Estados Unidos, potencia que ya se propone como el nuevo gigante de la región. También en 1840, ya hace un cuarto de siglo que el trasiego de esclavos ha estado prohibido (Congreso de Viena, 1815). Pero la trama delictiva del "Bolsillo Secreto", dirigida por la reina regente María Cristina de Borbón (viuda de Fernando VII y madre de Isabel lI) ha convertido Cuba en un inmenso supermercado ilegal de esclavos. Naturalmente, con la complicidad del aparato gubernativo de Madrid, del aparato colonial de Cuba, y de los armadores catalanes, vascos y andaluces que cubren la ruta.

¿Qué más era Cuba el año 1840?

El año 1840, Cuba era, en cifras globales, el territorio más pobre de España. Las grandes fortunas creadas sobre las plantaciones de azúcar, de tabaco, y de café; las oligarquías funcionariales de la colonia, y las prósperas estirpes de comerciantes urbanos (armadores, tenderos, profesiones liberales) contrastaban con un mayoritario segmento demográfico formado por colonos empobrecidos y violentados (la emigración que había fracasado en su empresa) y por la masa de población esclava (Cuba censaba a más de 400.000 esclavos, que representaban más del 20% de la población de la isla). El éxito económico y social estaba reservado a individuos que, además de ostentar las necesarias habilidades personales y profesionales para triunfar en aquel complejo escenario, tenían múltiples contactos que, directa o indirectamente, les conducían hasta el núcleo del poder colonial.

Plano comercial de La Habana (1882). Imprimit en Barcelona. La mayoría de los anunciantes sueño catalanes. Fuente Cartoteca de Catalunya
Plano comercial de La Habana (1882). Impreso en Barcelona. La mayoría de los anunciantes son catalanes / Fuente: Cartoteca de Catalunya

¿Por qué una Sociedad de catalanes y no de españoles?

La Sociedad de Beneficencia de Naturales de Cataluña arrancó con ciento dos socios iniciales. Pero, en pocos años, el éxito de su misión multiplicó por cincuenta su masa. No obstante, la gran pregunta es: ¿por qué Font, Gener y los cien socios primigenios crearon una sociedad catalana y no una sociedad española? Y la respuesta la tenemos en la ideología de la emigración catalana en América. Al principio del siglo XIX, las comunidades catalanas más populosas de América (Río de la Plata, Banda Oriental) crearon milicias propias que tendrían un papel protagonista en el rechazo a las invasiones británicas (1806 y 1807) y en las revoluciones independentistas (1810-1828). Estas milicias, reveladoramente, se llamaban Companyies de Miquelets de Catalunya. Un siglo después de 1714, ¡conservaban la memoria del pasado nacional catalán!

¿Gener, un héroe en Cuba?

Pero el caso de Gener; ¿sería equiparable al de Matheu, Larreu y Alsina en Argentina? ¿Al de los Batlle en Uruguay? ¿O al de los Ferragut en los Estados Unidos? Y la respuesta es que no. La Cofradía asistió a miles de personas, y con el transcurso del tiempo, sin abandonar su objetivo inicial, se convirtió en el Casal Catalán de La Habana, el más potente de todos los casales catalanes en la América. Allí sería donde Macià iniciaría un camino (1925) que culminaría con la restauración del autogobierno de Catalunya (1931). La independencia de Cuba está llena de héroes catalanes: Bartomeu Masó, Guillem Montcada, Josep Miró, Joan Masó, Joan Oller, Ramon Pons o el mismo José Martí. Pero Gener, coronel de un regimiento de voluntarios coloniales, sería miembro del consejo de guerra que condenó a muerte a ocho jóvenes independentistas cubanos, estudiantes de la facultad de Medicina de La Habana.

Retrato de Josep Enero. Font Enciclopedia
Retrato de Josep Gener / Fuente: Enciclopedia