En el artículo anterior comentábamos nombres de vientos con origen curioso. Hay más. Así, gregal sería el viento que viene de Grecia, aunque en las tierras catalanohablantes designa el viento del noreste. Ausiàs March tiene el poema Veles e vents (siglo XV), donde los menciona, y este lo llama grec —'griego'—: "Veles e vents han mos desigs complir, faent camins dubtosos per la mar. Mestre i ponent contra d'ells veig armar; xaloc, llevant los deuen subvenir ['ayudar'] ab llurs amics lo grec e lo migjorn, fent humils precs al vent tramuntanal que en son bufar los sia parcial e que tots cinc complesquen mon retorn" (el poeta valenciano viaja por mar de Italia a Valencia para ver a su amada, y necesita que soplen los vientos que lo empujen hacia poniente, al tiempo que suplica calma a los vientos que lo empujarían para levante). También Ramon Llull (siglos XIII-XIV) empleaba el término grec para designar este viento.

El mestral (que Ausiàs March llama mestre, denominación que se encuentra hoy en día en las Baleares) procede del noroeste. Se considera un viento seco y fuerte, por eso no gusta ni a agricultores ni a marineros. Como suele ser fuerte, recibe el apelativo de mestre o mestral. En el sur de Cataluña la llaman vent de dalt (viento de arriba), porque baja acanalado por el valle del Ebro, procedente del Aragón central. También se lo conoce como serè o cerç, aunque en el Priorat el serè es más bien del oeste, pero en todo caso es igualmente seco y fuerte, y el campesinado lo ve con malos ojos porque hace que el agua y la humedad, necesarias por las plantas, se vayan. En cualquier caso, en el Priorat se cuenta que, cuando sopla garbinada, las abejas están inquietas; pero, cuando sopla serè, permanecen quietas en la colmena.

Pinos. Centro geografic de Catalunya, Rosa de los vientos 01

Vientos cálidos que se comen la nieve

Sin dejar los vientos secos ponentinos, está el fagony o fogony, que en el Alt Pirineu (Ribagorça, Pallars, Andorra, Alt Urgell) es un viento cálido del oeste que funde la nieve. Proviene del latín favonius —'viento suave de poniente'—, tal vez derivado de favere —'favorecer'—; la forma fogony seguramente se explica por cruce con el término foc —'fuego'—, ya que estamos hablando de un viento caliente. Este airecito también recibe el nombre de blaneig. El verbo blanejar significa 'ablandar' y por extensión a su vez significa 'la nieve, fundirse'.

Otras denominaciones populares y cultas

En la mitad sur del País Valenciano se usa el término morisc para el viento del suroeste o del sureste (en el anterior artículo ya vimos que estos dos vientos se confunden de nombre). En el fondo se está diciendo que viene del norte de África. Al mismo tiempo, si un viento sopla de tierra hacia mar mucha gente lo llama terral; y si sopla de mar hacia tierra se suele llamar marinada (en el Empordà también foranell —'pequeño foráneo'—). Cabe decir que el Diccionari català-valencià-balear precisa que generalmente el nombre de marinada no se usa en las regiones marítimas, sino en las comarcas de interior o relativamente alejadas del litoral; sin embargo, en el Rosselló (¡comarca litoral!) marinada también designa el viento procedente del mar. Y por último, existen denominaciones literarias de carácter culto. El viento del norte también se ha llamado bòrees, el del sur austre y el de poniente zèfir o favoni.