Buenos Aires, 3 de diciembre de 1918. Hace 107 años. Instalaciones de Talleres Metalúrgicos Vasena. Los trabajadores de la fábrica se declaraban en huelga. Vasena, con 2.500 trabajadores, era una de las grandes fábricas de la ciudad y del país, y aquella huelga sería el pistoletazo de salida de una crisis que estallaría cuatro semanas después y que sería llamada "Semana Trágica argentina". Durante aquellos siete trágicos días (7 al 14 de enero de 1919); los barrios obreros de Buenos Aires fueron un campo de batalla que enfrentaría trabajadores huelguistas contra policía, ejército y paramilitares y que se saldaría con 1.356 muertos. Y también, los paramilitares que participarían en la masacre de obreros huelguistas, llamarían al exterminio de judíos y catalanes. ¿Por qué la ultraderecha argentina promovió un pogromo de judíos y catalanes?

Semana Trágica argentina. Una calle de Buenos Aires / Fuente: Centro Mark Turkow. Comunidad Judía de Buenos Aires
Semana Trágica argentina. Una calle de Buenos Aires / Fuente: Centro Mark Turkow. Comunidad Judía de Buenos Aires

¿Por qué estalla aquella crisis?

La Argentina de 1919 ya es uno de los países más industrializados del mundo. Y la colonia catalana de Buenos Aires, que remontaba su existencia en 1750, había contribuido decisivamente a ello. Por ejemplo, la primera línea de ferrocarril del país (Buenos Aires – San José de Floras, 1857), se había desplegado con el capital de las poderosas familias de origen catalán Llavallol i Miró. Pero en 1919, superada la I Guerra Mundial (1914-1918), la economía argentina —como la catalana— había entrado en recesión y el equilibrio precios-salarios se había roto por enésima vez. En Barcelona, durante los meses de febrero y marzo de 1919, se había producido la Huelga de la Canadenca, que había culminado con un triunfo de la principal reivindicación obrera: la jornada de las ocho horas. Y, pocos meses después, en Buenos Aires había estallado una revuelta obrera con el mismo objetivo.

Por qué la llamaron "Semana Trágica argentina"

Anteriormente al estallido de la crisis, el presidente Yrigoyen (de la Unión Cívica Radical); había intervenido, personalmente y en varias ocasiones, en las negociaciones entre trabajadores y patronal. Y sus decisiones, generalmente favorables a las reivindicaciones obreras, conducían la economía hacia un escenario cada vez más proteccionista. Yrigoyen y su gobierno se convertirían en el enemigo a batir de los empresarios urbanos —como Vasena— y de los productores agroganaderos rurales, que fundamentaban su actividad en la exportación. Llamado, despectivamente, "el Peludo" (tanto por los empresarios como por los trabajadores), su mandato escenificaría una división social irreconciliable que se dirimiría en las calles, en una explosión de violencia —una auténtica "semana trágica"— totalmente inédita en la historia del país.

Retrato de la familia Vasena. Font Archivo General de la Nacion. Buenos Aires (1)
Retrato de la familia Vasena / Fuente: Archivo General de la Nación. Buenos Aires

Los dirigentes obreros

Pero la verdadera razón de por qué aquella crisis fue llamada como la que se había producido en Barcelona una década antes (1909), la encontramos en la composición del liderazgo obrero. Después de la Semana Trágica catalana, muchos dirigentes obreros catalanes que escaparon de la terrible represión del régimen monárquico español (17 penas de muerte y 1.950 condenas de reclusión), se exiliaron a Buenos Aires. Una parte del movimiento anarquista catalán que había participado en la Semana Trágica catalana (1909) —de aquella CNT catalanista de Herrero y Guardia o del "Noi del Sucre", antes de ser intoxicada y asfixiada por la FAI anticatalanista de Durruti o Abad de Santillán— buscó refugio en Buenos Aires, donde ya había cierta estructura libertaria creada por dirigentes obreros de origen italiano y ruso (estos últimos de confesión judía).

Asesinar a judíos y catalanes

Cuando se produce el estallido de la crisis —la huelga de la fábrica Vasena (1918)—, los líderes obreros de la capital argentina son, principalmente, dirigentes anarquistas judíos —emigrados, desde Rusia a finales del siglo XIX—. Y, en menor medida, dirigentes anarquistas italianos y catalanes exiliados desde la Semana Trágica catalana (1909). No en balde, más adelante, el primer "desaparecido" político oficial de la historia argentina, sería el dirigente anarquista catalán Joaquim Penina i Sucarrats (Gironella, Berguedà, 1901); asesinado y perdido durante el gobierno dictatorial del general Uriburu (1930). Es en el estallido de la Semana Trágica argentina que el almirante O'Connor, dirigente de la organización ultraderechista Liga Patriótica Argentina llama a asesinar a judíos y catalanes. Pero, en cambio, no dice nada de los dirigentes anarquistas de origen italiano.

Retrato de los liders obreros Radowitski (judío ruso) y Penina (catalán) / Fuente: Wikimedia Commons
Retrato de los líderes obreros Radowitski (judío ruso) y Penina (catalán) / Fuente: Wikimedia Commons

¿Por qué la Liga Patriótica Argentina llama a asesinar judíos y catalanes?

La Liga Patriótica Argentina era una organización protofascista creada al inicio de la crisis (1918). Estaba formada por elementos de clase privilegiada que se habían impuesto un doble objetivo: neutralizar el anarquismo y el comunismo con el uso de la violencia y reeducar la clase trabajadora hacia un cristianismo obrero. Pero lo más revelador eran los fuertes vínculos que la unían con una organización idéntica llamada Liga Patriótica Española, fundada por la ultraderecha españolista de Barcelona (empresarios, militares y policías españoles; repatriados de las colonias perdidas) y por sus pistoleros locales, dedicados a perseguir y a asesinar personas de ideología obrerista y catalanista. La Liga Patriótica Española rescataría del olvido la idea inquisitorial que señalaba a los catalanes como una derivación del semitismo: "¡Fenicios"!.

¿Qué dijo O'Connor de los catalanes?

Durante la Semana Trágica argentina, y en medio de aquel escenario de violencia desbocada, el almirante Eduardo O'Connor y Cabrera-Videla, dirigente de la Liga Patriótica Argentina: "Si los rusos (los judíos) y los catalanes no se atreven a venir al centro, los atacaremos en sus propios barrios". Durante aquella crisis, la Liga Patriótica Argentina, funcionó como un cuerpo de choque contra los trabajadores y, especialmente, contra sus dirigentes; los líderes anarquistas judíos ("los rusos") y catalanes. Según la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, la Semana Trágica argentina se saldó con 1.356 muertos. Y según la historiadora israelí Mara Ester List Avner, en el Arsenal de la Armada, los militares acumularon 193 cadáveres identificados: 179 judíos rusos y 14 "judíos" catalanes. Ningún italiano.

Los militares Domecq y O'Connor, dirigentes de la Liga Patriótica Argentina / Fuente: Museo Naval de la Nacion. Buenos Aires (1)
Los militares Domecq y O'Connor, dirigentes de la Liga Patriótica Argentina / Fuente: Museo Naval de la Nación. Buenos Aires

¿Cómo afectó aquella persecución al resto de la colonia catalana?

La inmensa mayoría de la sociedad argentina no se sentiría interpelada por el discurso de la ultraderecha local. La lengua y la cultura catalanas eran fenómenos que formaban parte del paisaje socioeconómico argentino desde 1750 y que había dado personalidades tan importantes como Matheu y Larreu (héroes de la independencia); Llavallol y Miró (empresarios que transportarían el país a la modernidad) o Roca y Alsina (políticos fundamentales en la consolidación del país). En 1925, los catalanes de Argentina serían una de las principales contribuciones a la financiación de la revolución independentista catalana (1926). Y en 1928, la visita de Francesc Macià, entonces líder del partido independentista Estat Català, sería un acontecimiento de gran impacto en la vida social y política de la capital argentina.