La polémica sobre el concierto de 200.000 euros en los balcones de Barcelona, que finalmente la alcaldesa Ada Colau ha decidido suspender, ha llegado al exilio.

El presidente Carles Puigdemont ha criticado la gestión que se ha hecho de la polémica y ha acusado al gobierno de los comuns de provocar "el mal mayor a la cultura".

En un hilo en su cuenta de Twitter, Puigdemont ha considerado que Colau no ha tratado bien la cultura y que "el populismo" y "cierta izquierda" tienden a considerar que "la cultura tiene que ser gratis".

Según el presidente, a raíz de la gestión de la polémica del concierto en los balcones, se ha abierto el debate sobre "el valor monetario de la cultura".

Puigdemont tiene muy claro que "la accesibilidad a la cultura no depende, principalmente, del coste de sus creadores y profesionales" si no que depende, entre otras cosas, de "la remuneración digna de creadores y profesionales".

El presidente opina que una "sociedad que trata con respeto a creadores y profesionales educa más en el valor de la cultura que una que abarata los costes". Por lo tanto, ha instado a "recuperar el terreno que tristemente se ha retrocedido por culpa del oportunismo" y a dar conciertos. Ahora bien, no conciertos como este último de los balcones.