Lapin ilustra la Cuba que se aboca a una nueva revolución

El urban sketching es un estilo de dibujo con el que, de la arquitectura a la gente, el ambiente, las tiendas, los restaurantes, la comida..., el ilustrador capta a trazos urgentes lo que ve a su alrededor. Estampas que a menudo vienen acompañadas de anotaciones que acentúan las sensaciones vividas por el autor durante el proceso de creación. El resultado son coloridas instantáneas que transpiran frescura y espontaneidad, además de convertirse en guías alternativas del día a día en las ciudades delineadas.

En esta comunidad de cronistas de lo cotidiano a través de esbozos destacan nombres como Danny Gregori, Marina Grechanik, Olivier Kugrel y, muy especialmente, Lapin. Retratista francés establecido en Barcelona pero de espíritu nómada, durante la última década Lapin ha completado ciento sesenta cuadernos sobre ciudades de todo el mundo. Obra compilada en cerca de una veintena de libros. El último, este Cuaderno de Cuba que publica Malpaso. 

El 18 de diciembre de 2013 el diario oficialista Granma anunciaba que se había autorizado la importación de coches a Cuba después de 50 años de prohibición y embargo. Aquel mismo día Lapin publicaba Oldies But Goldies, volumen que recogía las ilustraciones de coches antiguos que había realizado ens sus numerosos viajes. La casualidad lo empujó a coger un avión y plantarse en la isla caribeña. 

Colección de postales de Buicks y Chevrolets destartalados, casas coloniales, edificios art déco, monumentos ruinosos y museos naftalínicos, galería de personajes entrañables donde se entremezclan artistas y santers, viejos, guerrilleros y buscavides de todo tipo; Cuaderno de Cuba es la translación en dibujos de las tres semanas que Lapin vivió en las ciudades antillanas de La Habana y Trinitat, valioso testigo gráfico de una sociedad que después de vivir cinco décadas en punto muerto está a punto se aboca a una nueva revolución. 

Cuaderno de Cuba. Lapin. Malpaso. Barcelona, 2016. 159 páginas.