El Ayuntamiento de Barcelona ha querido rendir homenaje a una librería mítica de los tiempos del tardofranquismo y la transición: el Cinc d'Oros, situado a la Diagonal nº 462, cerca de la plaza del Cinc d'Oros. En este establecimiento abierto en 1969, durante los últimos años del franquismo, fue un oasis de libertad, "uno de estos espacios espléndidos de difusión del pensamiento", en palabras de Ricard Vinyes, Comisario de Programas de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Barcelona. Hoy se ha descubierto un atril conmemorativo, con una pequeña historia de la librería, enfrente de donde se situaba antiguamente, y donde hoy hay una tienda de productos relacionados con la aeronáutica militar.

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Logo de la llibreria Cinc d'Oros.

Desafío a la ley

La Cinc d'Oros, creada por Jaume Farràs y Carmen Aizpitarte, fue una librería que desafió abiertamente el franquismo. De hecho, su nombre venía de la denominación popular del cruce entre Diagonal y Passeig de Gràcia, y fue puesto en unos momentos en que el franquismo había renombrado el espacio como Plaza de la Victoria (hace pocos meses este espacio público ha recuperado el nombre de Cinc d'Oros). Además, los libreros vendían libros prohibidos por el régimen a aquellos que reconocían como opositores (arriesgándose a fuertes multas o incluso al cierre del local). Así los catalanes tuvieron acceso a libros sobre la guerra civil y la república, y también a creadores y pensadores prohibidos por el franquismo. La librería se inspiraba en las más modernas librerías parisinas y tras el fin del franquismo siguió siendo una librería innovadora, que se vio obligada a cerrar sus puertas en 2002 por problemas económicos derivados del incremento del precio del alquiler.

La barbarie fascista

El 24 de noviembre de 1971, un grupo de fascistas incendió con cócteles molotov el escaparate de la librería, dedicado en aquel momento a Pau Casals, Pablo Picasso y Pablo Neruda. El incendio provocó graves daños en el establecimiento. Los libreros decidieron mantener el letrero quemado del establecimiento, como denuncia permanente de los ataques ultras. Este ataque sería sólo el primero de una serie de ataques contra librerías y medios de comunicación que osaban desafiar el franquismo.

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Atril conmemorativo. Foto: Ajuntament de Barcelona.

Recordar tradiciones democráticas

En el acto de descubrimiento del atril, Ricard Vinyes ha manifestado que el objetivo de la campaña municipal de colocación de placas es hacer visibles los movimientos de radicalidad democrática a menudo invisibilizados. Y ha afirmado que la tarea de la Librería Cinco de Oros cumple a la perfección el segundo principio del lema de Josep Anselm Clavé, el gran líder popular de la izquierda catalana del XIX: "Asociaos y seréis fuertes, instruíos y seréis libres, amaos y seréis felices". El atril conmemorativo se convierte, así, en un recordatorio, también, del recorte de libertades experimentado durante el franquismo. Recordar para no repetir.

 

Foto de portada: Ricard Vinyes, Ramon Espasa i Marc Carrillo a la inauguració del faristol.