El call judío de Tortosa se ha impregnado de luces este sábado coincidiendo con la celebración de la Januká, una tradición vinculada a la comunidad judía. El personaje de la Blanca, la Judía de Tortosa, ha protagonizado "Recordant Hanukkah", una visita teatralizada y un concierto sobre la vida y expulsión de los judíos ahora hace quinientos años. Según el director de turismo de Tortosa, Oriol Segarra, el espectáculo reivindica el legado hebreo de la ciudad y uno de los calls más importantes del país. Pues bien, un centenar de personas han asistido a la octava edición del espectáculo, que este año ha recuperado el formato original previo a la pandemia y ha incorporado una nueva pieza musical interpretada por el personaje de una arqueóloga tortosina que busca sus orígenes.

La Januká conmemora la victoria de los judíos de Judas Macabeo ante los griegos el 163 antes de Cristo, cosa que volvió a Judea la independencia y propició la purificación del templo. Al principio, la Januká recordaba la victoria militar ante el Imperio griego, pero con el paso de los siglos la reformularon para convertirla en una fiesta de las luces, que ha tenido una proyección mundial. Cuando los macabeos llegaron en el denominado segundo templo, situado en la actual explanada de las mezquitas de Jerusalén y que destruyeron los romanos el año 70, que había sido helenizado, se encontraron solo un poco de aceite para alimentar la llama eterna. Pero se produjo el milagro y estuvo encendida 8 días.

Acte Hannuka Tortosa / ACN
El Museu de Tortosa ha acogido parte del espectáculo 'Recordant Hanukà' / ACN

Para recordar aquellos hechos, se creó la actual fiesta de la Januká con un candelabro especial de 9 brazos, que se diferencia de la menorà de 7 brazos. Este candelabro de 9 brazos recibe el nombre de janukiyá y la tradición marca que se tiene que encender una vela cada día por recordar los 8 días de llama. La celebración de la Januká es móvil en el calendario gregoriano que se utiliza en Occidente, porque el calendario judío es solar y lunar. La fiesta empieza el 25 del mes de Kislev, tercer mes del calendario judío, y corresponde en el gregoriano a finales de noviembre o principios de diciembre. Por lo tanto, siempre cae en el periodo navideño.

Si Judas Macabeu hubiera sido vencido ante el imperio griego seléucida, posiblemente el judaísmo se habría asimilado, y como resultado tampoco habría habido cristianismo. Eso ha hecho que desde el cristianismo se tenga una cierta simpatía hacia los hechos de los macabeos, que están recogidos en la Biblia cristiana, pero no en la judía. Prueba de ellos es el hecho que, este año, en Suecia, una iglesia ha celebrado el día de Santa Lucía con canciones de Navidad, y ha incorporado algunas también de Januká.