La química Guadalupe Ortiz Landázuri (Madrid 1916-1975) será beatificada este sábado en Madrid y se convertirá en la primera laica, es decir que no es clérigo, del Opus Dei que consigue este status, después de que durante su procés de canonización le hayan atribuido la curación milagrosa de un ciudadano barcelonés que tenía cáncer.

Según ha informado el Opus Dei, se espera que unas 11.000 personas de más de 60 países participen mañana en el acto de beatificación de Guadalupe Ortiz, que presidirá el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Sants del Vaticano, y que se celebrará en el recinto de Vistalegre en Madrid partir de las 11 de la mañana.

Con el Cardenal Becciu, concelebrarán el cardenal arzobispo de Madrid Carlos Osoro, el prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, así como varios cardenales, obispos y curas. Después de la lectura del mensaje del papa Francisco y la fórmula solemne de beatificación se descubrirá la imagen de la nueva beata y sus reliquias serán llevadas al altar para ser veneradas.

Guadalupe Ortiz, de padres muy católicos, estudió Química y fue una de las pocas mujeres que cursaban estos estudios en aquella época (1933). En Madrid se dedicó a la docencia y la investigación, cursó el doctorado y desarrolló una gran actividad profesional y evangelizadora, y en otras etapas de su vida vivió en México y Roma.

Curación de un cáncer el año 2002

La Santa Sede le atribuye la milagrosa curación por su intercesión de un tumor maligno de piel, el año 2002, a Antonio Jesús Sedano, un hombre de 76 años de Barcelona, a quien le diagnosticaron un carcinoma basocelular en un ojo. Según la documentación que obra en el procés de beatificación, el tumor tenía el tamaño de una lenteja y estaba muy cerca de un ojo y los médicos le dijeron que tenían que extirpárselo quirúrgicamente de forma urgente.

El hombre, devoto, acudió al Oratorio de Santa Maria de Bonaigua de Barcelona, donde a menudo acudía a misa y encontró una estampa para la devoción privada de Guadalupe Ortiz de Landázuri y documentación sobre su vida. "Enseguida surgió una simpatía personal y espiritual hacia ella y le pidió con constancia por su curación, igual que hicieron sus hijos y parientes, entre los cuales Antonio repartió varias estampas de Guadalupe Ortiz", han comentado fuentes del Opus.

Cuando estaba desanimado y asustado días antes de la operación, una noche, después de invocarla, quedó dormido y al amanecer se miró al espejo y descubrió que la lesión había desaparecido sin dejar ningún rastro. Cuando acudió al cirujano plástico que tenía que operarlo, este, estupefacto, escribió en su historial clínico: "ha desaparecido la lesión después de rezarle a Guadalupe Ortiz".

Finalmente, Antonio Jesús Sedano murió doce años más tarde, en el 2014, a causa de una patología cardiaca, a los 88 años, y el cáncer de piel nunca volvió a aparecer.

Como la curación pareció un hecho extraordinario, el entonces arzobispo de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, decretó el 18 de mayo del 2007 la instrucción de un proceso canónico sobre el milagro y el 24 de octubre del 2018 la Congregación para las Causas de los Sants, después de que un consejo de médicos examinara el caso y dictaminara que científicamente no podían explicar la curación, sancionó la validez del proceso que culminará mañana.