En Barcelona conviven actualmente más de 300 lenguas de todo el mundo, muchas más que las 174 nacionalidades hay en la ciudad. Así lo constata un estudio sobre diversidad lingüística al mundo elaborado por Linguapax y publicado con motivo del Año Internacional de las lenguas autóctonas 2019.

Según el estudio, en el mundo hay 7.000 lenguas vivas pero 2.464 al límite de la extinción, y muchas de ellas no reconocidas oficialmente dentro de sus estados. Barcelona, como ejemplo de ciudad "cosmopolita" es un espejo de la diversidad lingüística en el mundo, dice el estudio. Aquí, después del catalán y el castellano, las más habladas son el amazig, el árabe, el bengalí y el urdu, según datos del Grup d’Estudi de Llengües Amenaçades de la Universitat de Barcelona.

'Diversidad lingüística y cultural: un patrimonio común de valor inestimable' es el título del estudio hecho público este miércoles por Linguapax, la organización con sede en Barcelona y estatus consultivo ante la UNESCO, que vela y promueve la revitalización de la diversidad lingüística mundial.

La lengua catalana

El catalán no es el objeto del estudio, aunque se refiera como una lengua con estatus de "minoritaria cosmopolita" y que "ha demostrado a lo largo de la historia una enorme capacidad para conservar la lengua propia a pesar de haber sufrido situaciones de extrema minorización".

Para Emili Boix-Fuster, catedrático del Departamento de Filología Catalana y Lingüística, el informe "invita a una valoración positiva del multilingüismo", siempre que "permita que el catalán no sufra" por causa de "el Estado o del mercado".

Las 300 lenguas de Barcelona

El informe constata que en Barcelona se hablan más de 300 lenguas, y eso que el censo de nacionalidades residentes es mucho inferior. Eso corrobora que hay muchos estados plurilingüísticos, pero también refleja el importante volumen de población flotante extranjera que visitan la ciudad.

Para la presidenta de la entidad, Mònica Pereña, la diversidad de lenguas es una riqueza a proteger "entre todos". El Ayuntamiento de Barcelona ya lo hace, ha indicado, "dando voz a sus hablantes a las asambleas de barrio, con documentación de la ciudad en sus idiomas, información en bibliotecas y centros cívicos", ha ejemplarizado. Pero la entidad quiere que Barcelona actúe más en tanto que ciudad cosmopolita para hacer que las lenguas (minoritarias) sobrevivan.

En esta línea va la campaña ‘Barcelona et parla. Barcelona t’entén en més de 300 llengües’ que impulsan, todavía en fase incipiente y con la colaboración del Consistorio. Pero para Pereña, garantizar esta supervivencia pasa por el "prestigio y la legitimidad" de estas lenguas, cosa que se conseguirá a través de "políticas lingüísticas adecuadas y el acceso a la tecnología. Estos son los dos factores esenciales", ha destacado.

La presidenta de Linguapax, Mònica Pereña, i el professor Emili Boix, a la presentació de l'estudi sobre diversitat lingüística de l'entitat.

La presidenta de Linguapax, Mònica Pereña, y el profesor Emili Boix, en la presentación del estudio sobre la diversitad lingüística de la entitad / ACN