Con el documental 'Els Armats d'Esterri d'Àneu. 25 años de la recuperación. Memoria e historia' el Consejo Cultural de les Valls d'Àneu y el Ayuntamiento de Esterri d'Àneu quieren conmemorará el aniversario de la recuperación de esta fiesta. El documental, dirigido por Ramon Alaró, ejemplariza la cohesión de un pueblo entorno la recuperación de una fiesta popular que se dejó de hacer a la década de los 60 del siglo XX. Al filme, participan una cincuentena de testigos presenciales que explican su experiencia y la de sus familiares. La voz de estos protagonistas (armados, capitán, samaritanas, mujeres de Esterri y entidades culturales) se convierte en el hilo conductor de la obra.

Después de 27 años de interrupción, el año 1992 se reanudaba la escenificación de los Armados de Esterri d'Àneu, que representan la muerte de Jesucristo en la cruz. En Esterri, los armados son una comparsa singular que no tienen nada que ver con los grupos de los soldados romanos. Su vestimenta es el resultado de una mezcla entre diferentes personajes. Por este motivo, los armados reciben el calificativo de 'judíos romanos'. La procesión de los Armados de Esterri d'Àneu supone un encuentro entre los habitantes de les Valls d'Àneu, que viven intensamente la celebración, y los visitantes que se ven atraídos por una tradición que recuerda la historia de la zona.

Según el presidente del Consejo Cultural de les Valls d'Àneu, Ferran Rella, ''esta recuperación representa un exitoso referente de encuentro entre dos miradas: la interior, la de aquellos que viven en les Valls d'Àneu y la del visitante, que se siente atraído, seducido por un pueblo, unos valles, un espacio entre montañas que ha sabido fidelizar la memoria y autentificar la historia,''. El documental se presentará el domingo 1 de abril al Ayuntamiento de Esterri d'Àneu

Procesión de los Armats

En el séquito religioso toman un protagonismo especial las dos hileras de romanos, armados y dirigidos por el capitán. Les acompaña la samaritana y, al final, Jesús, el sepulcro y las tres Marias. La peculiaridad de esta procesión viene dada por la vestimenta de los soldados, que no tiene nada que ver con la de los romanos, ya que los armados llevan un corpiño y un faldellín de colores muchos vivos, unas medias blancas, unas alpargatas y un casco propio de cuyos guerreros medievales cuelgan un gran número de cintas de colores y está coronado por un gran pomo de flores. Los armados llevan una lanza larga y grande que repica al suelo marcando el paso.

En medio de los armados anda una chica que hace de samaritana con un botijo. Detrás de ella va el paso de madera de Jesús de Nazaret, la Dolorosa y el sepulcro flanqueado por dos armados danzantes. Cierran al séquito religioso las tres Marias, también representadas por chicas.