Ya he explicado otras veces aquí que soy una adicta a los reels de Instagram. A veces me digo por dentro: a y media, paras. Y veinte minutos más tarde de la hora estipulada, cayéndome de sueño, todavía miro gatos tocando el piano. Es una buena paradoja: en casa no tenemos televisión, pero nos miramos los documentales de asesinatos más terribles y no paramos con los reels y con los YouTube Shorts que, dicho sea de paso, cada vez son mejores.

0 años que hace que me creé la cuenta en la que no he colgado nunca nada porque todavía estoy decidiendo qué quiero colgar

Tengo la sensación de que ha cambiado ligeramente el paradigma de Instagram desde los más de 10 años que hace que me creé la cuenta en la que no he colgado nunca nada porque todavía estoy decidiendo qué quiero colgar. Ya hablaré en otro artículo, de los que nos dedicamos a tener Instagram solo para hacer de voyeur. La cuestión es que hace pocos días topé con un vídeo de una chica joven que decía “acompáñame en mi operación de boobies”. Como todos los vídeos que empiezan con un “acompáñame” (“un día como madre de 4 hijos con 20 años”, “un día comiendo saludable”, “un día como emprendedora viviendo en Berlín”, etc.) veías los momentos más importantes del día en orden cronológico. Era tal como os lo debéis imaginar: desayuna un poco, dice que está nerviosa, se graba en la sala de espera, después el médico la mira, ella toca las prótesis de silicona, que si más grandes, que si menos, elige la caída del pecho en una especie de catálogo parecido al de cuando eliges el tono del tinte de los cabellos. Era la previa de la operación.

Lo que no colgaríais nunca

Enseguida pensé que si hacía el reel debía de ser que le financiaban parte de la intervención. Y de ahí fui a la idea de intimidad y en cómo se ha desdibujado en la era de las vidas posteables. Quizá la intimidad es, justamente, todo aquello que decido no colgar en Instagram. La intimidad debe de ser el último reducto de la libertad humana, pero tampoco sé mucho qué quiere decir eso. ¿Qué no colgaríais nunca, nunca en las redes? ¿Con qué tiene que ver la intimidad? ¿Con el sexo, con la espiritualidad, la defecación, la muerte? La intimidad puede ser despiadada, decía Vivian Gornick.

Quizás la intimidad es, justamente, todo aquello que decido no colgar a Instagram

Hay cuentas de Instagram que han enseñado procesos de enfermedad y han ayudado a visibilizarlos. De hecho, pocos días antes del reel de las boobies encontré otro de una chica que se dedicaba a diseñar bolsas de ostomía. Explicaba su caso, explicaba cómo había empezado el proyecto y enseñaba mil modelos de bolsa para combinar con colores, texturas, para ligarlo con cualquier tipo de look, luciéndola. Ya sé que era una manera de venderlas y que, por tanto, también sacaba un rédito económico. Quizá no sé explicar lo bastante bien por qué uno me pareció lamentable y el otro admirable. Si lo pienso bien, no deben de ser dos extremos tan antagónicos. Uno tiene que ver con la enfermedad y el otro con la estética, pero quizá entonces alguien me diría que una operación estética también se asocia a la autoestima y a la confianza, conceptos que tienen que ver con la salud mental. Mostrar una decisión personal así también puede ser un acto de liberación y de empoderamiento, me dirían otros. Pero la intimidad es casi como una mercancía: cuanto más revelas, más visibilidad, más likes, más oportunidades de algo que no sé muy bien qué es. Si no cuelgas nada debe de ser que escondes algo.

La intimidad es casi como una mercancía: cuanto más revelas, más visibilidad, más likes, más oportunidades de algo que no sé muy bien qué es. Si no cuelgas nada debe de ser que escondes algo

Al final, igual que no tener tele y tragarte horas diarias de pantalla absurda, la contradicción debe de ser que quizá nunca hemos tenido tan clara la necesidad de respetar la intimidad, pero nunca como ahora la hemos compartido tan masivamente. He aquí el precio de vivir en un mundo que premia la exhibición constante. Ahora no paran de salirme los “qué como en un día”. La operación de boobies no sé si se ha efectuado o no. No me ha vuelto a aparecer.