Hemos vivido una pandemia mundial, la crisis climática ya es irreversible y últimamente se especula con la posibilidad de un apagón global que nos dejaría sin electricidad durante semanas. Nuestra realidad ya es una distopía. Es por eso que está bien recordar que podríamos estar peor, y las ficciones televisivas nos dan muchos ejemplos: podría colapsar a pesar de tener que luchar por sobrevivir, las mujeres podrían perder todos sus derechos o los robots de un parque temático podrían tomar conciencia. Hoy os traemos, pues, una lista con las series que parten de estas premisas, obras que plantean posibles futuros de nuestra sociedad siendo bastante pesimistas y que nos enseñan todos los caminos que no tendríamos que escoger.
Por muchas veces que hayamos visto el fin del mundo retratado a la ficción, casi nunca ha sido de una forma tan realista como en esta serie creada por el colectivo galo Les Parasites. Ya al primer episodio vemos una situación curiosamente familiar: la escasez de productos en un supermercado como primer indicio del colapso de la civilización. A partir de aquí, cada capítulo nos muestra el proceso de derrumbe del sistema desde diferentes espacios y puntos de vista, creando una cronología coherente a través de ocho historias que se entrelazan de forma sutil pero eficaz. Pero lo que hace la serie todavía más especial es el cómo narra estas historias, con el uso constante del plano secuencia, que genera todavía más sensación de realismo y angustia en el espectador.
Basada en la novela homónima de Margaret Atwood, El cuento de la criada establece una crítica a la opresión que sufre la mujer planteando una sociedad totalitaria donde estas han pasado a formar parte del Estado con el objetivo de incrementar una natalidad que está por los suelos. En este contexto, Elisabeth Moss interpreta magistralmente el papel de Defred, una criada que intentará lo imposible para salir de su situación de esclavitud y reencontrarse con su hija. La misión no será fácil, porque si alguna cosa caracteriza esta obra de Bruce Miller, aparte de la impecable factura técnica, es su capacidad de hacérselo pasar realmente mal al espectador.
En el parque temático de Westworld ambientado en el salvaje oeste, los visitantes pagan grandes cantidades de dinero para actuar como quieran con los androides hiperrealistas que lo habitan. ¿Pero qué pasa cuando estos robots diseñados para entretener empiezan a tomar conciencia de ellos mismos? Esta macroproducción de HBO que ha vivido altibajos a lo largo de sus tres temporadas, garantiza grandes dilemas filosóficos, una fotografía espectacular y excelentes interpretaciones de un reparto liderado por Anthony Hopkins, Ed Harris y Evan Rachel Wood.
Esta miniserie británica nos muestra el posible futuro de la humanidad desde la actualidad hasta el 2034 desde la perspectiva de una familia inglesa de clase media. No se trata, sin embargo, de un futuro de coches voladores ni robots asesinos que se nos han girado en contra, sino de un futuro basado en el transcurso lógico de la historia, donde problemas como la inmigración, las recesiones económicas o los políticos demagogos aparecen como lo han hecho siempre. Así, observamos la fascinante evolución de los personajes de la familia a lo largo de 15 años mientras navegan como pueden una realidad cada vez más aterradora.
La última recomendación distópica es la de esta serie de animación para adultos dirigida por Tim Miller y David Fincher. Se trata de una antología de cortos capítulos que plantea cuestiones morales y existenciales a través de situaciones fantásticas y de ciencia-ficción. Como suele pasar en este tipo de producciones, con historias e incluso animadores diferentes a cada episodio, no todos acaban siendo igual de memorables. Los que lo son, sin embargo, lo son mucho, gracias al atrevimiento y creatividad que demuestran tanto en la forma como en el fondo, ofreciendo interesantes debates y reflexiones en cada visionado.