El 2023 ha estado de una efervescencia abrumadora a nuestro país. Un curso excelente dominado por las músicas urbanas, pero no solo. Con la Banda del pati (la generación de los Tyets, Figa Flawas, Julieta y compañía) al frente, esta temporada algunas de las mejores canciones, aquellas que no hemos podido dejar de cantar, las han firmado artistas catalanes. Una lokura de año. Estas son las 10 mejores canciones catalanas del 2023.

Las 10 mejores canciones catalanas de 2023

1. Julieta, LOKURA

Julieta
Julieta, LOKURA para|por ella

Hasta ahora, Julieta ha tenido una carrera nutrida. De múltiples colaboraciones y tres álbumes. De una irrupción gloriosa, Tu juru ju, de baladas acertadas, de temas poco conocidos y con potencia conmovedora, y de otros de más reproducidos, pero un poco fútiles. Hasta ahora. A La nueva diva del pop de La banda del pati le faltaba un tema definitivo. Una batalla de que fardar: una canción incontestable dentro del género para poder recibir el cetro. Todo rey y toda reina necesitan una gesta célebre para ser reconocidos como tales. Esta es LOKURA.

2. Ludwig Band, El meu amor se n’ha anat de vacances

Nadie se puede resistir a La Ludwig Band. Tú tampoco. El colectivo de Espolla publicaba recientemente el suyo tercero largo, Gracies per venir, trabajo en que siguen haciendo juegos de malabarismos con el legado de clásicos como Bob Dylan y Pau Riba, además de desmarcarse nuevamente como el grupo con las mejores letras en casa nuestra. El meu amor se n’ha anat de vacances es todo eso con la coletilla del nervio rockístico de Bruce Springsteen.

3. Júlia Colom, Olivera

JULIA COLÓN / Foto: Montse Giralt
Júlia Colom ha sido uno de los grandes descubrimientos de este 2023 / Foto: Montse Giralt

Júlia Colom se propuso recuperar las tonades tradicionales mallorquinas y las llevó al presente. Combinación de tradición y contemporaneidad de la que ha surgido uno de los discos más especiales del año, Miramar, trabajo donde destaca por encima del resto este Olivera.

4. Sílvia Pérez Cruz, Els dracs busquen l'abril

Pocas artistas tienen una nómina de canciones que nos arañan nuestro yo más sensible tan amplia como Sílvia Pérez Cruz. La cantante, con aquel cuchicheo que enamora, nos ha vuelto a hipnotizar con este Els dracs que busquen l'abril, oda a la festividad de Sant Jordi con aroma a habanera escrita durante el confinamiento y que ahora visto la luz dentro del disco Toda la vida, un día.

5. Magalí Datzira, Des de la cuina

Otra de las figuras surgidas de la Sant Andreu Jazz Band. La contrabajista barcelonesa avisó de su talento con un par de singles y ha afianzado todo su genio con su debut de largo Des de la cuina, álbum entre el jazz y el pop, sencillo, radiante, tierno, como el abrazo de una madre cuando estás enfermo. El tema que le da título es una golosina que estarías escuchando en bucle uno de aquellos días en que necesitas que alguien te diga que te quiere.

6. 31Fam, FUNERAL

31 hambre nil ventura
31Fam, trap de Bona fe. / Foto: Nil Ventura

Incontinentes, 31 Fam ha publicado dos álbumes este curso, BONA FE y X SI ENS VEIEM EN UNA ALTRA VIDA, así, en mayúsculas, cómo queriendo dejar bien claro que son muy grandes. Los dos trabajos eluden el tocho y otro tocho, aunque el contenido sea –lo has adivinado– cemento, pasta de juntas y cuñas. Más oscuros, igual de exquisitamente inmaduros, FUNERAL (sí, también con mayúsculas), es su particularísima canción a muertos para celebrar la vida.

7. Socunbohemio, El conte que mai s'acaba

La música buena no existe. Existen los adolescentes, los jóvenes, los padres. Los enterados, los esnobs –variando el orden– los mediocres. Y los idiotas que separan por música buena y mala. Los que están abiertos que les expliquen cuentos, mentiras múltiples, y los que no. Los que se pueden emocionar con Socunbohemio –cantautor y estudiante de física catalán después de la etiqueta, veintipoquísimas primaveras– y su pop costumbrista y nostálgico. Los que se emocionan con El conte que mai s'acaba.

8. Maria Jaume, Ressaca a sa platja

Maria Jaume Ressaca en su playa
Maria Jaume, del folk al italodisco por culpa de la resaca

Nos hipnotizó con su álbum de debut, aquella chuchería de folk pop con producción nostálgica que fue Fins a maig no revisc. Con su segundo disco, Voltes i voltes, la mallorquina Maria Jaume quería crecer, expandirse a otros territorios sonoros. La búsqueda no fue exitosa, pero tampoco infructuosa, porque sin aquella colección de canciones no habría llegado un single como este Ressaca a sa platja, tema luminoso a pesar de la herida emocional de su letra. Dulce añoranza amplificada por su reminiscencia al italodisco. ¡Qué ganas de escuchar su nuevo elepé!

9. Figa Flawas, MUSSEGU

El hype del curso, los nuevo en el cole de la banda del patio. 2023 ha sido el año de la eclosión de Figa Flawas, todo y que con cierto efecto gaseosa. De más a menos, sus últimos sencillos denotan cierto agotamiento de ideas, demasiada prisa para volver a formular el hit total. Un rompepistas imbatible como fue aquel MUSSEGU con que iniciaron la temporada con la misma efervescencia y solvencia con que el Girona de Michel se ha situado al frente de la liga.

10. Hereus del Beat, Big Mac

herederos del beato
Hereus del Beat, hip hop de la vieja escuela desde Terrassa

Esto es hip-hop clásico. Con soul, funky y tal. Por eso se llaman Hereus del Beat. Es la nueva droga que ha salido al mercado. Hits from the bong.

El fenómeno del 2023

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2023 ha sido el año The Tyets. / Foto: Eva Parey

The Tyets, Coti x Coti
Nos lo podíamos esperar, pero no llegando a estas cotas. The Tyets han sido los protagonistas indiscutibles del curso, los capitanes del equipo de la Banda del pati. Su último álbum, Epic Solete, notable conjunción de pop y música urbana, ha batido todos los récords posibles de un disco catalán: miles de reproducciones en plataformas, giras internacionales... Lo más importante, sin embargo, es que se trata de un disco rebosante de temas incontestables, y entre estos, un Coti x Coti, que, con su guiño a la sardana, se ha convertido el nuevo himno oficioso del país, bailándose en plazas y festivales, en fiestas de finales de curso y em sesiones en salas como el Apolo.