Los editores de los diccionarios Vox han admitido que "les toca las narices" que exista un partido con el mismo nombre y han asegurado que preferirían que su marca no se asociara con la política, según explicaron fuentes de la editorial a Europa Press.

Por otra parte, el director de Larousse editorial, Toni Vallès, ha explicado que el sello Vox, que forma parte del grupo, "seguirá editando diccionarios mientras la gente los compre", como pasa desde que se publicó el primer ejemplar en los años cuarenta del siglo pasado.

Así se ha pronunciado Vallès después que la irrupción de Vox en el Parlamento andaluz y ha subrayado que "nosotros no somos del mundo de la política, sino del de la educación, la cultura y la enseñanza, una marca que tiene vínculos emocionales con varias generaciones españolas que han estudiado con nuestros diccionarios, que estamos en muchos hogares, sin excepción, independientemente del signo político de cada familia".

Vallès tampoco obvia la entrada de Vox en la política española, "lo cual nos ha comportado unas ganas enormes de explicar qué hacemos", a la vez que tampoco rechaza que "los medios nos deis visibilidad, porque no siempre se nos tiene en cuenta y, en cambio, hacemos cosas interesantes y muy útiles".

La editorial Vox, con sede en Barcelona e integrada dentro del Grupo Anaya, está especializada en la creación de diccionarios monolingües y bilingües, entre ellos de latín, la lengua en la que su nombre significa 'voz'. Justo la misma palabra que escogió Santiago Abascal para llamar a su partido cuando lo fundó el año 2013.