La veintena larga de eurodiputados que forman el grupo informal de apoyo a los presos políticos y exiliados catalanes sigue viva y activa. Esta semana se celebra el último plenario de la eurocámara de esta legislatura y los diputados que defienden la solución política del caso catalán y la libertad de los presos políticos y exiliados —a los que han visitado en la cárcel— se han conjurado para mantener vivo el grupo la próxima legislatura. Al menos los que salgan elegidos en las elecciones europeas de fin de mes. Ese es el pacto tras cóctel en que han celebrado hoy, en Estrasburgo, sede de la cámara. Los diputados han vuelto a encontrarse para despedirse, algunos para siempre, como el ecologista José Bové, que ya ha anunciado que no volverà a presentarse. Al conocido activista francés se le podía ver hoy en el hemiciclo y por los corredores del Parlamento Europeo luciendo el lazo amarillo.