Hay medidas que pueden crear división de opiniones pero los criterios de los técnicos del Ayuntamiento de Barcelona han hecho prevalecer una decisión por encima de otra. Se trata de la prohibición a todo el parque de Diagonal Mar de acceder con un perro. ¿La razón? Favorecer y preservar la fauna y especialmente las aves. El ayuntamiento de la alcaldesa Ada Colau ha informado de que esta zona "se convertirá en un refugio de anfibios, plantas, insectos y aves". La medida entrará en vigor las próximas semanas y consideran que la presencia de los perros es "totalmente contraproducente para llevar a cabo este objetivo ya que su presencia altera la vida de la fauna de forma más o menos grave".

Desde la Asociación Espacio Perro BCN han mostrado su total desacuerdo con un comunicado desde su perfil de Instagram donde defienden que "un perro atado no altera ni más ni menos la biodiversidad que otros usos que se hacen en el parque". Además, también proponen otras medidas antes que esta como: "Prohibir el uso de globo que es el plástico que causa más muertes de pájaros, limitar la construcción de fachadas de cristal que hacen el efecto espejo de los cuales representa una trampa mortal para|por las aves o cerrar el parque a los gritos de niños bañándose en los lagos o subiéndose a los árboles".

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Queja en Instagram d'Espai Gos BCN

Además, la Asociación lamenta que esta medida ya se ha tomado en 80 espacios y en el caso del parque de Diagonal Mar se extiende a una zona de 14 hectáreas. Otros espacios de la ciudad que también se destinan a refugios de biodiversidad son el parque de la Ciutadella, Turó Park o el lago de la plaza Gaudí. La otra cara de la moneda es la constatación desde Parques y Jardines del incivismo reiterado de muchos dueños que llevan sus animales de compañía en estos espacios y se ha podido comprobar cómo hay un elemento de peligro en su biodiversidad.

A modo de ejemplo, está prohibido bañar el perro al llarc del parque donde se crían patos o saltarse zonas acordonadas sin la vigilancia de sus dueños. Encontrar un equilibrio parece difícil ahora mismo. La Asociación responde que más allá de los parques también hay otros problemas en la ciudad de Barcelona. El último que han denunciado son las trampas para envenenar los perros en el barrio de Sant Andreu y han trasladado la queja al departamento de Benestar de l'Ajuntament.