La movilización de la Guardia Civil en el aeropuerto de El Prat ha calentado los sueños inconfesables del españolismo más recalcitrante, que aparte de olvidar que este cuerpo policial ya estaba presente en la instalación aeroportuaria y que ahora solo se ha incrementado el personal y se les ha puesto a hacer tareas de control de seguridad, ve en los uniformados de color verde una vía para evitar que en Catalunya se celebre el referéndum del 1 de octubre y dado el caso, el país se independice.

Así lo ha visto el foro no oficial de la Guardia Civil foro guardias civiles, que en su línea habitual de espolear acciones fuera de la legalidad, este lunes ha dejado entrever la posibilidad de que algunos agentes de El Prat aprovechen y se pasen por el Parlament de Catalunya –como si no lo hubieran hecho recientemente.

 

 

Pero si el trolfórum ha soltado su broma con una mínima sutileza –"es para un amigo"–, quien ha estado mucho más claro y expeditivo ha sido Pedro Pitarch, un señor que resulta que es teniente general del Ejército de Tierra, aunque en la reserva. Este militar retirado se ha despachado asegurando que "El Prat señala el camino en Cataluña: Una pareja de la Guardia Civil salva el trance", dando salida a la tesis españolista según la cual ha sido la intervención policial la que ha resuelto un caos en el aeropuerto provocado precisamente por la ineficacia de la Administración estatal, que es quien gestiona el aeropuerto más allá de lo que pueda decir el poder público catalán.

 

Ahora bien, la frase más preocupante, muy próxima a la petición de intervención militar en Catalunya, es la siguiente: "Detrás, si fuera necesario, un pelotón de infantería". Y es que para algunos españolistas, y en especial si son militares, la presencia de guardias civiles en Catalunya parece ser muy excitante.