Ahora que estamos en pleno debate en todo el mundo sobre la prohibición de los teléfonos en las aulas de las escuelas, Esquerra Republicana es una avanzada en la materia. El Consejo Nacional que ha celebrado este viernes por la tarde, donde ha reiterado su apuesta por el diálogo con el Gobierno español desde el reconocimiento del derecho a la autodeterminación, ha dejado una imagen insólita. En la entrada de la sede de la calle Calàbria, junto a la sala de prensa, había un gran mostrador con casilleros donde los consejeros nacionales de la formación debían dejar sus teléfonos.
Los republicanos ya hace tiempo que no permiten los teléfonos en sus "aulas". El objetivo es el de evitar filtraciones del contenido del encuentro, especialmente a la prensa, que sólo ha tenido acceso al discurso del vicepresidente del Govern, Pere Aragonès.