El Congreso ha aprobado este martes una reforma de su Reglamento que modifica su propia denominación oficial: a partir de ahora, pasará a llamarse simplemente Congreso, abandonando la forma tradicional de Congreso de los Diputados. La medida ha salido adelante con 177 votos a favor —provenientes del PSOE, Sumar, PNV y Compromís— y 171 en contra, principalmente del PP y Vox, que han criticado la reforma para considerarla innecesaria y han advertido que el nuevo redactado será "equívoco y pesado". La reforma, que tiene como objetivo adaptar el texto a un lenguaje más inclusivo, no afectará ni la fachada del edificio, donde seguirá figurando la inscripción tradicional porque forma parte de un bien de interés cultural, ni tampoco el nombre que aparece a la Constitución española, ya que en este caso sería necesaria una reforma constitucional.

La reforma del Reglamento aprobada no se limita a la modificación del nombre de la cámara: el cambio central es la eliminación del masculino genérico tanto en la denominación de la institución como en el conjunto del texto normativo. A partir de ahora, expresiones como "los diputados" se convertirán en fórmulas desdobladas como "los diputados y las diputadas", mientras que se ha optado por mantener Congreso como nombre oficial, sin ningún añadido, para evitar una denominación excesivamente larga. Paralelamente, se ha modificado el artículo 82 para ampliar los supuestos en que los diputados pueden utilizar el voto telemático, que ahora también será posible en casos de muerte de un familiar próximo o si este requiere cuidados especiales. Una de las novedades más polémicas, sin embargo, es la modificación del artículo 98, que prevé la creación de un Consejo Consultivo encargado de regular el régimen de acreditaciones de prensa y de sancionar o retirar la acreditación a periodistas que incumplan las normas internas.

El PP ha cargado duramente contra la reforma, especialmente por la creación del nuevo régimen de acreditaciones periodísticas, que considera un intento del Gobierno de "vetar preventivamente" a aquellos periodistas no afines al ejecutivo. El secretario general de los populares, Miguel Tellado, acusó el lunes a "los guionistas de la Moncloa" de querer "desviar la atención" del caso Koldo, justamente cuando el juez decidía retirar el pasaporte a la expresidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera, y al exdirector de Carreteras, Javier Herrero, los dos exaltos cargos del ministerio de Transportes imputados en esta causa. También la portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, ironizó sobre la relevancia de la reforma, describiéndola como "muy importante y muy prioritaria" y afirmando con sarcasmo: "No sé cómo hemos podido tardar tanto tiempo en cambiar el nombre de Congreso de los Diputados por el de Congreso".