La dimensión del juicio al procés ha colapsado la capacidad del Tribunal Supremo. Dos buenos ejemplos son que el juicio se está celebrando en la sala de plenos y no en la Sala segunda, o que se ha tenido que habilitar la biblioteca como sala de prensa.

Pero estos no son los únicos espacios colapsados, hay otro espacio importante que se encuentra casi parado dentro del edificio del Supremo, y no es otro que los lavabos. De hecho, en la zona de la sala donde se está juzgando a los presos políticos hay dos lavabos, pero durante las dos primeras sesiones los abogados, la prensa y el público sólo utilizaba uno y se formaban largas colas, como cuándo sale del cine.

Así pues, el Alto Tribunal se ha decidido a poner fin a esta situación y ha decidido que para hacer ver que hay otro lavabo, ha decidido poner un cartel enorme para distribuir abogados, prensa y público en los dos WC y que durante las los recesos dictados por el magistrado Marchena, haya tiempo para alguna cosa más que hacer cola para poder ir al inodoro.