Cerca de 40% de los residuos municipales generados en los municipios catalanes son orgánicos, es decir, desechos de comida y restos vegetales de pequeño tamaño –también conocidos como FORM (Fracción Orgánica de los Residuos Municipales)- son muy fáciles de reciclar o “valorizar” si cumplimos unos pequeños requisitos que nos van a permitir tener un impacto muy claro y directo sobre el entorno y el medio ambiente. Sin embargo estos residuos también tienen la característica de ser muy “inestables”, de modo que hay que recogerlos y tratarlos rápidamente.

Beneficios de reciclar los residuos orgánicos:

    •    Multiplicar el reciclaje: Separar correctamente la fracción orgánica también permite que otros elementos reciclables, como el papel y el cartón, no se ensucien y puedan ser reciclados adecuadamente.

    •    Generar electricidad: Al reciclar los residuos orgánicos, mediante procesos de digestión anaeróbica, también facilitamos la obtención de biogás que podemos aprovechar para la producción de energía a través de las plantas de biogás, un recurso energético renovable que reduce la dependencia energética del exterior y le da una segunda vida a nuestros desechos orgánicos.

    •    Mejorar la calidad de la tierra: Uno de los beneficios que pueden obtenerse del compostaje de los residuos orgánicos es que son fácilmente convertibles en compost, un abono orgánico con valor fertilizante para nuestros campos, cultivos y jardines. Gracias a ello se reduce el uso de fertilizantes sintéticos, más caros y con mayor impacto ambiental. Además, se mejora la calidad del suelo y así también de los ecosistemas.

    •    Aire y agua más puros: Evitar que los residuos orgánicos se destinen al vertedero o incineradoras reduce los impactos ambientales (generación de lixiviados y de gases de efecto invernadero) y contribuye a la conservación de los recursos que contienen los residuos orgánicos (materia orgánica y nutrientes).

    •    La gestión de los residuos orgánicos debe efectuarse, como en la mayoría de residuos, siguiendo la jerarquía de gestión: en primer lugar reduciendo su generación, especialmente luchando contra el derroche alimentario y en segundo lugar efectuando la recogida selectiva en origen (en los domicilios y en los establecimientos comerciales) para facilitar el reciclaje material (obtención de compost) o la valorización energética (obtención de biogás)  

    •    Beneficios económicos: En Catalunya cada tonelada de residuos que entra en un vertedero o incineradora se grava con un canon ecológico. Sin embargo, los entes locales que recogen selectivamente los residuos orgánicos se pueden beneficiar con un retorno económico procedente de esta canon ambiental que es mayor en función de la cantidad y la calidad de las toneladas de residuos orgánicos que se recojan selectivamente y se aporten a las plantas de tratamiento biológico (compostaje y/o digestión anaeróbica). 

pelar patates Efraimstochter pixabay

Cada ciudadano produce de media 485 kg de basura al año, cerca de un kilo y medio cada día

Según señala la Agencia de Residuos de Catalunya cada ciudadano produjo en 2014 una media de 485 kg de basura, un total de 1,3 kilos cada día. Los objetivos de la Generalitat se centran en hacer que este monto baje hasta los 456 kg antes de 2020, no obstante, resulta tan importante reducir la producción de desechos como aumentar el reciclaje que hacemos de estos. En este sentido, la separación de la fracción orgánica para asegurar su reciclaje es  el primer paso a dar, ya que son es la fracción  más cuantiosa y a la vez fácil de tratar. 

Según los últimos informes, en Catalunya se recogen de forma selectiva limpia (RSL) el 30% de la materia orgánica producida, sin embargo, se debe desechar un 13,4% de “impropios”, es decir, residuos o elementos extraños que no forman parte de esa categoría. Por eso nos preguntamos:

 ¿Qué residuos son orgánicos?

    •    Restos de fruta y verdura (cáscaras, pieles, semillas)

    •    Huesos y otros restos de carne (o pescado)

    •    Comida en mal estado

    •    Poso del café y restos de infusiones

    •    Papel de cocina sucio

    •    Servilletas o pañuelos

    •    Ramos y restos de flores o plantas o césped

    •    Tapones de corcho

    •    Serrín, astillas y virutas de madera

    •    Excrementos de perro o gato (sin la arena)

    •    Mondadientes, palos de helado o palillos de comida china

    •    Bolsas compostables para la recogida selectiva de residus orgánicos

¿Qué residuos NO son orgánicos?

    •    Pañales, compresas, toallitas húmedas, tampones o bastoncillos para los oídos

    •    Otros productos de higiene como maquinillas de afeitar, cepillos o preservativos 

    •    Polvo de barrer o bolsas de aspiradora

    •    Colillas y cenizas de tabaco

Consejos para reciclar mejor los residuos orgánicos

Reciclar la materia orgánica es muy sencillo, sobre todo si se hace como hábito cotidiano. En ese sentido es importante inculcar esta rutina a los más pequeños para que la asuman como un hecho natural, cotidiano, como limpiarse los dientes o cerrar la puerta cuando salen de casa. Para ello, lo mejor es que todos en la casa sean partícipes del reciclaje y que por efecto imitación todos acaben participando de esta actividad de forma activa y responsable. 

reciclatge infografia AgènciaResidusCatalunya

Otro elemento que ayuda a tener una buena rutina de reciclado es disponer del espacio y los instrumentos necesarios. No hace falta mucho, pero si tenerlo. En este sentido, es importante tener un lugar en la galería, la cocina, el jardín o el sótano con un cubo ventilado o perforado (que nos pueden facilitar en los puntos de recogida selectiva de nuestra ciudad o pueblo) y bolsas compostables (semipermeables al vapor de agua) para permitir una óptima aireación de los residuos (lo cual a su vez reduce el problema de olores y la atracción por parte de moscas o otros animales).

Asimismo, también es bueno envolver con papel de cocina restos de comida muy húmedos como pescado o carne para evitar que suelten líquido. Paralelamente, una acción que nos permitirá reciclar adecuadamente los residuos orgánicos es no mezclarlos nunca con otros residuos, como plásticos, vidrios o pilas, y evitar verter en ellos líquidos como zumos, caldos, leches o aceites.

Si no se es especialmente cuidadoso con el tratamiento de los residuos orgánicos y se mezclan con otros productos o basuras se reduce la calidad del compost .

En Catalunya el 95% de la población dispone de servicios de recogida selectiva residuos orgánicos, lo que permite que de media cada ciudadano contribuya con el reciclado de unos 150 gramos cada día, cifra que se dispara hasta los 300 en algunas localidades donde los residuos se recogen puerta a puerta. Además hay 20.000 compostadoras individuales y comunitarios en funcionamiento preparadas para auto-gestionar los residuos orgánicos en jardines, huertos, parques, etc. obteniendo un compost de calidad que puede ser utilizado como abono “in situ”.

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Auto-compostaje: ¿Por qué no probar?

El auto-compostaje se basa en el reciclaje de los residuos orgánicos a través un proceso sencillo que podemos llevar a cabo en nuestros hogares y que permite fertilizar un huerto o jardín con los restos orgánicos que previamente hemos separado. Además, esta acción permite a las administraciones reducir la cantidad de residuos que deben recoger, transportar y gestionar en instalaciones de tratamiento, con el consiguiente ahorro económico y energético que eso supone.

El compostaje se puede realizar de tres formas. La primera son las tradicionales “pilas” de residuos en los que se mezclan los restos de la cocina y el jardín en el suelo. La segunda es usando un “compostador” de plástico o madera y que deben ubicarse en el patio o el jardín. Finalmente, tenemos los “vermicompostadores” más pequeños que se pueden poner en el balcón o la terraza y que funcionan con lombrices. Todos estos sistemas permiten reducir la cantidad de residuos que produce un hogar, y darles una segunda vida en forma de abono.