"Este trastorno acostumbra a diagnosticarse al principio de la edad adulta", apunta el doctor Salvador Somaza Peñuela, neurocirujano del Instituto de Neurociencias Teknon. El tratamiento para el TOC incluye la psicoterapia, como la terapia cognitiva-conductual, medicamentos o una combinación. "Aproximadamente un 10% de los pacientes con TOC tienen formas crónicas muy incapacitantes de la enfermedad, resistentes a las terapias conservadoras actuales, cosa que comporta un deterioro significativo para su calidad de vida", apunta al doctor.

La estimulación Cerebral Profunda (ECP) o Deep Brain Stimulation (DBS), es un tratamiento quirúrgico que consiste en implantar un aparato similar a un marcapasos en puntos específicos del cerebro. "Seleccionando estos puntos se han conseguido beneficios terapéuticos para enfermedades resistentes a tratamiento, el dolor crónico, la enfermedad de Parkinson, el temblor esencial o la distonia", explica Somaza. Básicamente, lo que se consigue es cambiar la actividad cerebral de manera controlada y sus efectos son reversibles. La experiencia ha hecho expandir el uso del ECP a otras áreas. Este es el caso del uso cada vez mayor en el tratamiento del TOC resistente a tratamiento médico. "Veinte años después del primer uso en un paciente con TOC, los resultados confirman que el ECP es un tratamiento prometedor para los pacientes con formas graves y resistentes del trastorno", relata el especialista.

La máxima reducción de los síntomas se alcanza a la mayoría de los pacientes que responden al tratamiento en los primeros 12-14 meses después de la implantación. "Los informes indican una tendencia consistente en que esta mejora temprana se mantenga a medio y largo plazo para la mayoría de los pacientes. Aproximadamente 50% de los pacientes tienen una respuesta buena y sostenida en el ECP, 23% responden de forma parcial aliviando la sintomatología del TOC y un 27% no responden".

El doctor apunta como "un estudio reciente que analiza a través de una revisión sistemática la experiencia mundial de los últimos 20 años, ha mostrado que existe una mejora significativa de los síntomas depresivos y de la funcionalidad global, normalmente en paralelo a una mejora de los síntomas obsesivos". Con respecto a los efectos adversos del ECP, estos son leves y transitorios y mejoran después de ajustar los parámetros de estimulación.

Todo eso muestra la eficacia tanto a corto, medio y largo plazo, cosa que le otorga un sitio preferente al ECP como una terapia para los pacientes con TOC severo y resistente a tratamiento médico.

El Instituto de Neurociencias Teknon

El Instituto de Neurociencias Teknon está especializado en el diagnóstico y el tratamiento de patologías complejas que afectan al sistema nervioso central y la columna vertebral ofreciendo un circuito rápido y ágil para los pacientes. Cuenta con las técnicas más modernas y las instalaciones y tecnologías más innovadoras, además de un equipo de profesionales de reconocido prestigio dirigido por el Dr. Gerard Conesa, especialista en neurocirugía.

El Instituto está compuesto por unidades funcionales: estructuras organizativas que acogen toda una serie de profesionales centrados en un aspecto concreto de la patología y en el paciente que sufre. El objetivo es integrar las diferentes informaciones y visiones multidisciplinares, enriqueciendo el diagnóstico y el tratamiento, se implementen protocolos, se agilizan circuitos asistenciales, se creen bases de datos, se revise y actualice la información científica relevante y poner en marcha nuevos procedimientos y nuevas tecnologías. El Instituto de Neurociencias Teknon cuenta con doce unidades funcionales dirigidas por expertos de alta especialización.