El topónimo Priorat está ligado al concepto vino desde hace siglos. La suma de un suelo, un clima, una orografía y el trabajo de hombres y mujeres que lo han elaborado siguiendo las técnicas de una tradición milenaria y con la ayuda actual de una tecnología adaptada a los requerimientos de la calidad, han dado un producto auténtico, exclusivo: el vino del Priorat.

La Cartuja de Scala Dei representa la cuna histórica de los vinos y la viticultura de la Denominación de Origen Calificada Priorat. Los monjes cartujanos trajeron desde Provenza, en el siglo XII, los conocimientos y técnicas para desarrollar una viticultura que arraigó con fuerza y ha evolucionado a lo largo de los siglos. Los dominios de la Cartuja configuraron el llamado Priorat histórico, que hoy coincide con la región vitivinícola de la DOQ Priorat. Los Cartujanos de Scala Dei cultivaron la viña y elaboraron el vino en la Cartuja, siguiendo una escuela de trabajo y espiritualidad. Quizás el del Priorat es un vino místico.

La Cartuja de Scala Dei representa la cuna histórica de los vinos y la viticultura de la DOQ Priorat

Escaladei Cartoixa

Imagen de la Cartuja de Scala Dei

Una historia ligada al territorio

Desde hace casi mil años, nueve pequeños pueblos se han instalado escondidos entre los costeros de pizarra que se dispersan a los pies de la sierra del Montsant. Sus habitantes, viticultores desde siempre, modelaron el terreno con márgenes. Después de la Ley de Mendizábal (1835), gracias a un gran esfuerzo y al desarrollo creciente de la viña los viticultores reencontraron su dignidad.

Desafortunadamente las épocas de armonía y crecimiento son cíclicas y a menudo se acaban en cataclismos, así pues, dentro de la historia de la agricultura, y para toda la viña europea, existe un antes y un después de la filoxera. En el Priorat también fue una catástrofe, ya que, en esta época la explosión de la industria textil en Catalunya arrastró toda la mano de obra hacia la ciudad y no se replantaron las cepas de nuevo, excepto en una proporción muy baja, que, afortunadamente, es la que ha perdurado hasta nuestros días. Gracias a la generación de agricultores que actualmente tienen entre 70 y 80 años que se han mantenido en el terreno y han seguido con su tradición agrícola, se ha conservado la cultura vitivinícola en el Priorat.

Viñas del Priorat, Porrera - wikimedia

Vista de las viñas del Priorat, en el municipio de Porrera

Más recientemente, se pudo intervenir en un paisaje preservado, complejo, rico y de un formidable potencial. Fue pues a finales de los años 80 donde se inició la apertura de un nuevo ciclo de prosperidad, que conjugaba la sabiduría, el paisaje y la tradición con un nuevo espíritu emprendedor que tenía en el punto de mira la recuperación de la calidad y el prestigio como premisa máxima.

La rehabilitación de la viña se hace poco a poco con la certeza que tiene que arraigarse en la memoria de la tierra. En una curiosa mezcla que asocia la evolución de una cultura tradicional con los vestigios agrarios del pasado y una naturaleza exuberante, con una replantación respetuosa y eficiente, con un encanto a proteger.

Los vinos de Vila

La DOQ Priorat está formada por 12 zonas de producción vitícola, las vilas. Cada una de las diferentes vilas que conforman la DOQ Priorat responden a variables geográficas, ambientales, climáticas, vitivinícolas, sociales, históricas y económicas, a través de las cuales se fija la raíz social del vino con las raíces culturales de cada villa y se identifica el vino con cada una de las realidades sociales de estas, las cuales van más allá de los límites administrativos existentes.

Los vinos de vila, aquellos que se han elaborado a partir de uvas de una misma vila, son una expresión del vínculo de estos vinos con el territorio

mapa de villas don priorato
Mapa del territorio de la DOQ Priorat

​Las vilas que constituyen la DOQ Priorat son Bellmunt del Priorat, Gratallops, el Lloar, la Morera de Montsant, Porrera, Poboleda, Scala Dei, Torroja del Priorat, la Vilella Alta y la Vilella Baixa y las zonas de Masos de Falset y las Solanes del Molar.

Garnacha y Cariñena, estrellas de un selecto abanico de variedades

Principalmente, el Priorat es sinónimo de vinos tintos, de características únicas. Elaborados sobre todo con Cariñena y Garnacha negra, junto con pequeñas cantidades de otras variedades, presentan una elevada concentración de aromas muy complejos, carnosos y rotundos, abundantes en boca y rodeados en notas de madera muy elegantes.

Los vinos tintos del Priorat disfrutan de muy buena acogida, y es que se han ganado un prestigio justo y merecido, tanto en el ámbito estatal como internacional. La exportación roza el 70% de la producción.

La producción media de la DOQ Priorat es de 5 millones de botellas, elaboradas por un centenar de bodegas

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Con respecto a los vinos blancos, elaborados básicamente con Garnacha Blanca, Macabeo y Pedro Ximénez, entre otros, partiendo del mosto virgen y con una fermentación a baja temperatura, se obtiene un equilibrio perfecto entre frutoso y aromático, a veces ampliados por la madera de roble. Los blancos del Priorat se han hecho un sitio en el mercado en los últimos años por su fuerte personalidad que les da una identidad muy específica, asegurando una alta calidad.

Los generosos y rancios completan la producción de vinos del Priorat.

'Noms de la terra'

El proyecto de catalogación "Noms de la terra", impulsado por la DOQ Priorat, identifica en la etiqueta los vinos por su nombre poniendo el acento en tres valores: la transparencia, la humildad y la recuperación de aquello que un día fue.

  • Vino de la DOQ Priorat: Reflejo de la personalidad vinícola genérica y de la tipicidad de la DOQ Priorat.
  • Vino de Vila: Transmite la tipicidad privativa del mosaico paisajístico de una vila, la suma de la diversidad de sus parajes vitícolas.
  • Vino de Paraje: Muestra la esencia todavía más pura, un carácter ligado a la orografía, a la geología y a un microclima más delimitado.
  • Viña Clasificada: Nace de una producción vitícola individual de virtudes excepcionales, que tiene que ser embotellada aparte.
  • Gran viña clasificada: Representa muestras muy escasas de talento natural e histórico: una conmovedora alianza del capricho de la naturaleza y una tradición que ha sabido interpretar y salvaguardar hasta el presente las joyas vitícolas más exclusivas, inalteradas en el tiempo.

Estas clasificaciones quedan enmarcadas dentro de la siguiente pirámide:

Nombres de la tierra

Conocer la tierra en primera persona

Para disfrutar plenamente de la DOQ Priorat os queremos hacer un par de recomendaciones. En primer lugar, el Celler de l'Aspic en Falset. Esta propuesta es un restaurante 'slow food' situado dentro del edificio de la cooperativa. Un espacio que mezcla el moderno con la construcción tradicional con un interior evocador del vino. Toni Bru, alma y motor del restaurante, personaliza cada uno de los platos para adaptarlos a sus criterios y a los nuevos tiempos. Si queréis disfrutar de una carta que varía en cada estación del año, no os podéis perder esta visita.

Los vinos de la DOQ Priorat son reconocidos por todo el mundo y ocupan lugares destacados en los principales rankings enológicos. Nosotros os recomendamos la visita al Celler Ferrer Bobet, situado en Porrera.

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A primera vista ya veréis que no es una bodega convencional. Os recordará a un barco encajado entre viñas. El mimetismo con el paisaje, el dinamismo tecnológico y la ligereza de la cubierta, son los rasgos que definen este edificio agrícola tan particular.

Con la colaboración de:

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