A pesar de que hemos oído hablar en numerosas ocasiones de la yuca, gracias, en ocasiones, a populares concursos televisivos de supervivencia, lo cierto es que este alimento originario de Centroamérica es un gran desconocido para muchos de nosotros y, sin embargo, se trata de un producto muy fácil de cocinar, además de que posee numerosas propiedades beneficiosas para nuestro organismo.

Este alimento originario de Centroamérica es un gran desconocido para muchos de nosotros

Entre las grandes bondades nutricionales de la yuca se encuentran su alto contenido en minerales como el hierro y el calcio y su importante aporte proteico y vitamínico (con vitaminas K, B6 y también vitamina C). Considerado por muchos expertos en nutrición un superalimento, este tubérculo posee incontables beneficios para la salud: 

  • Protege los huesos al ser un alimento rico en calcio.
  • Ayuda a suavizar dolencias como la artritis, ya que está recomendado para reducir las inflamaciones y la rigidez propias de este mal.
  • Cuida de nuestras articulaciones gracias a la presencia de las saponinas en su carne.
  • Es un alimento ligero que ayuda a mantener la línea. Al ser baja en grasas, su introducción en nuestra dieta puede ayudarnos a no engordar, siempre que la cocinemos apropiadamente (es mucho mejor consumirla cocida que frita).
  • Facilita la digestión y puede ser consumida por celiacos. Se convierte así en un alimento perfecto para personas con problemas de estómago o intolerancias al gluten
  • Empleada de forma externa, la yuca también puede suavizar problemas en la dermis. Sus propiedades calmantes ayudan a mitigar el dolor de quemaduras e irritaciones si se aplica en polvo sobre la piel.
Yuca
Yuca

Cómo cocinarla

Es muy importante apuntar que se desaconseja comer la yuca cruda, ya que contiene toxinas que solo se eliminan a altas temperaturas. No obstante, la versatilidad de este alimento en nuestra cocina parece interminable. Por ejemplo, el Mahinot cocido durante media hora con abundante agua y sal resulta delicioso si se añade a otros guisos de carnes o verduras, por ejemplo a modo de pure, con el fin de mezclar su sabor más suave con otros más intensos.  Otra de las formas más recomendadas de incluir la yuca en nuestro menú es cocinándola al horno, una de las maneras más saludables aunque requiere más tiempo que cocida (unos 45 minutos). Prepararla frita es otra de las maneras más comunes de cocinarla. Se puede cortar a modo de patata frita, pero siempre es recomendable realizar el corte en pedazos finos. Lo más peculiar de esta alternativa es que la fritura suele hacerse en dos fases, una con el aceite no muy caliente, y después de retirarla durante unos segundos se volverá a freír con aceite muy alto hasta que queden bien crujientes.