Los calambres nocturnos en las piernas afectan hasta al 60 por ciento de los adultos. A veces denominados espasmos musculares, ocurren cuando uno o más de los músculos de la pierna se tensan involuntariamente.

Los calambres en las piernas afectan con mayor frecuencia al músculo gastrocnemio (músculo de la pantorrilla) que se extiende por la parte posterior de cada pierna desde el tobillo hasta la rodilla. Sin embargo, también pueden afectar los músculos de la parte delantera de cada muslo (cuádriceps) y la parte posterior de cada muslo (tendón de la corva).

Puedes estar despierto o dormido cuando se presenta un calambre en la pierna. La mayoría de las veces, el músculo se relaja en menos de 10 minutos pero la pierna puede sentirse dolorida o sensible hasta un día después.

Los calambres frecuentes en las pantorrillas por la noche pueden interrumpir el sueño y tanto sean en esa zona o en cualquiera otra de la pierna, son más comunes durante el sueño entre las mujeres y los adultos mayores.

Causas

Los expertos no saben exactamente qué causa los calambres en las piernas por la noche. Sin embargo, existen factores conocidos que pueden aumentar su riesgo.

Pueden estar relacionados con la posición de los pies. A menudo dormimos con los pies y los dedos de los pies separados del resto del cuerpo, una posición llamada de flexión plantar. Esto acorta los músculos de la pantorrilla, haciéndolos más susceptibles a los calambres.

Otros factores que pueden contribuir a los calambres nocturnos en las piernas son un estilo de vida sedentario, un sobreesfuerzo muscular realizado, una posición incorrecta al sentarse, estar demasiado tiempo seguido de pie, un estado excesivamente nervioso o un acortamiento de los tendones.

Tratamientos para aliviar

Aunque los calambres en las piernas por la noche pueden ser muy dolorosos, por lo general no son graves. La mayoría de las personas que los experimentan no necesitan tratamiento médico.

En todo caso, se pueden probar algunos remedios caseros para tratar de aliviar los calambres.

  • Masajea tu pierna

Frotar el músculo afectado puede ayudar a que se relaje. Usa una o ambas manos para masajear y aflojar suavemente el músculo.

  • Estira

Si el calambre está en la pantorrilla, estira la pierna. Flexiona el pie para que se levante hacia ti y los dedos de los pies apunten hacia ti también.

  • Camina sobre los talones

Andar sobre los talones activa los músculos opuestos a la pantorrilla, permitiéndote relajarte.

  • Aplica calor

El calor puede aliviar los músculos tensos. Aplica una toalla caliente, una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica en el área afectada. Tomar un baño o una ducha tibios también puede ayudar.

  • Tómate un analgésico

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno y el naproxeno pueden ayudar a aliviar la sensibilidad después de un calambre.

Si los calambres frecuentes interrumpen tu sueño, pide una cita con el médico. Es posible que te recete un relajante muscular para prevenir los calambres. Si tus calambres están relacionados con otra afección médica, también pueden ayudarte a controlarlo.