La tos es un síntoma común que está presente en la vida de cualquier persona y que puede aparecer por múltiples causas, desde resfriados y alergias hasta irritantes ambientales como el humo. Surge como una respuesta natural del cuerpo, con la finalidad de liberar las vías respiratorias. Si bien no tiene por qué indicar que hay una enfermedad grave, sí que puede resultar molesta cuando es persistente. Si esta situación te resulta familiar, en este artículo podrás conocer algunos remedios caseros para la tos. 

 

¿Por qué surge la tos?

La tos es un acto reflejo de nuestro organismo. Es decir, que se realizan automáticamente como un mecanismo de defensa ante diferentes situaciones que pueden suponer un peligro o un daño para el cuerpo. Estamos tan habituados a ella que ni siquiera somos siempre conscientes de que la tenemos, tal y como sucede, por ejemplo, con los bostezos. 

Por lo general, tener tos no indica que haya una patología o un riesgo para la salud, sino que es la consecuencia de la estimulación de la mucosa de los bronquios o de la tráquea y la laringe. Los motivos son múltiples, ya que hay dos tipos de tos, como sequedad en el ambiente, acumulación excesiva de moco en las vías superiores, irritación o enfriamiento. Al toser, las vías respiratorias se limpian y se facilita la entrada y salida del aire. 

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Al toser, las vías respiratorias se limpian y se facilita la entrada y salida del aire

 

Remedios caseros para aliviar la tos

Cuando padecemos de tos persistente que no parece tener una causa concreta, se la conoce como tos seca o improductiva. Esta no viene acompañada de expectoración o flemas, y suele deberse a irritación por agentes externos o a una infección. Puesto que puede llegar a ser muy molesta e interferir en el día a día, a continuación te dejamos algunos remedios caseros para la tos que te darán alivio. 

 

Miel y limón

La miel tiene propiedades antibacterianas y suavizantes, mientras que el limón aporta vitamina C y antioxidantes que respaldan el sistema inmunológico. Por lo tanto, es una combinación muy frecuente para tratar las molestias de la garganta o la tos. Mezcla una cucharada de miel pura con el zumo de medio limón y una taza de agua tibia. Si bien se puede tomar a cualquier hora del día como si fuera un té, es muy recomendable antes de irse a dormir para favorecer el descanso. 

 

Gárgaras de agua salina

La sal tiene la capacidad de reducir las flemas y la mucosidad que se acumula en algunas zonas de la garganta, debido a su poder antiinflamatorio. Basta con añadir media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y hacer gárgaras con la mezcla. Hazlo regularmente para reducir la hinchazón. 

 

Jengibre

El jengibre es una raíz con un intenso sabor, que quizás conozcas por las galletas con forma de hombrecillos. Se utiliza para múltiples afecciones, como el dolor menstrual o las náuseas, y por eso no puede faltar en los remedios caseros para la tos. También es un potente antiinflamatorio que relaja las vías respiratorias.

 

Piña

La piña es una fruta tropical rica en bromelina; una enzima mucolítica y antiinflamatoria, por lo que contribuye a eliminar la mucosa acumulada en las vías respiratorias. Para beneficiarte de ella, compra la fruta natural y haz un zumo con el corazón, puesto que allí es donde se encuentra dicha enzima. 

 

Tés y infusiones para calmar la tos

Si prefieres algo más cómodo que los remedios caseros para la tos anteriores, también puedes apostar por hacerte con tés e infusiones que contengan ingredientes que la alivien. Estos son dos, concretamente:

 

Té de jengibre

Para preparar un té de jengibre solo necesitas pelar y cortar unas rodajas finas de jengibre fresco y añadirlo a una taza de agua caliente. Deja que el jengibre repose durante unos minutos y luego bébelo. Si el sabor es muy fuerte, no dudes en añadir la mezcla de miel y limón que mencionamos en el punto anterior. 

 

Té de tomillo

El tomillo es una hierba aromática que contiene compuestos que ayudan a relajar los músculos de las vías respiratorias. Por eso, también es eficaz para aliviar la tos. Para la preparación de la infusión, solo hay que coger una cucharadita de hojas secas de tomillo y añadirlas a una taza de agua caliente. Deja que repose durante unos minutos y luego cuela antes de beber.