El ibuprofeno es un clásico de los botiquines caseros. Este conocido antiinflamatorio se toma para aliviar dolores moderados de cabeza, dentales o premenstruales. Pero, ¿se hace un uso correcto del ibuprofeno? ¿Se consumen las dosis adecuadas? ¿Qué puede suceder si se utiliza en exceso? En este artículo se detalla cómo la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria da respuesta a estas cuestiones para que el empleo de este fármaco no se convierta en un problema.

Más de ocho millones de personas en nuestro país toman dosis diarias de ibuprofeno superiores a las recomendadas, según voces expertas en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, SEFAC. Los especialistas señalan que la situación debe corregirse, sobre todo, cuando se trata de dolores leves y moderados. Por este motivo, si se suma el hecho de que el ibuprofeno es un medicamento sobreutilizado, es esencial conocer los efectos secundarios ante un uso inadecuado. 

El ibuprofeno se ha popularizado por su versatilidad

Efectos secundarios del exceso de ibuprofeno

El ibuprofeno se ha popularizado por su versatilidad, ya que combate desde el dolor de cabeza o de menstruación, hasta dolencias como el esguince o la artrosis de rodilla. En los diez primeros meses de 2011 se habían vendido en España 89 millones de envases, según datos de la consultora IMS Health. Este fármaco, descubierto hace unos 50 años por el farmacéutico Stewart Adams, puede provocar efectos secundarios que aumentan, según los expertos, a medida que la dosis es más alta. Las principales consecuencias adversas son gástricos y cardiovasculares.

Ibuprofeno
Ibuprofeno

El ibuprofeno, igual que otros antiinflamatorios no esteroideos, se ha relacionado con el aumento del riesgo de infarto cardiaco, sobre todo, entre personas que lo toman de forma crónica en dosis altas. A pesar de que hay evidencia científica que demuestra que cuatro dosis de 400 mg al día no incrementan el peligro de sufrir un episodio cardiovascular, no ha podido confirmarse lo mismo con dosis más altas.

Por sus potenciales efectos gástricos, no debe administrarse de forma regular a personas con enfermedad inflamatoria intestinal, ya que pueden provocar hemorragias gástricas y úlceras. Analgésicos como el paracetamol o fármacos con codeína (que disminuyen la actividad del intestino) son más seguros. El ibuprofeno, además, también se ha relacionado con las agudizaciones de asma.

Estreñimiento, diarrea, gases o distensión abdominal, mareo, nerviosismo o zumbidos en los oídos, son otros de sus efectos secundarios. De la misma manera, un amplio estudio realizado por investigadores de Harvard (EE. UU.) —en más de 26.000 hombres durante 18 años—, publicado en la revista ‘American Journal of Medicine’, aseguraba que el consumo regular (al menos dos dosis semanales) de ibuprofeno junto con otros analgésicos provoca el doble de probabilidades de desarrollar pérdida de audición en hombres de menos de 60 años (61% para los menores de 50 años y un 32% para los que superan la cincuentena).