Más de 140.000 pacientes han sido ya tratados con protonterapia en todo el mundo. Es un tratamiento oncológico de radioterapia que realiza una distribución más eficaz de la energía que los fotones, de manera que posibilita dirigir dosis más elevadas a la zona del tumor sin incrementar las dosis en otras zonas, minimizando el daño que la radioterapia puede producir en tejidos sanos o muy sensibles, o en tejidos en crecimiento.

La protonterapia está especialmente indicada para tumores de difícil acceso (cercanos a órganos de riesgo muy sensibles a la radiación, como el corazón o el cerebro) o complejos (por la propia anatomía del tumor, por la necesidad de reducir los efectos adversos a largo plazo –como es el caso de los niños, para el que está considerada la radioterapia de elección– o por la resistencia a los tratamientos previos).

“Si concretamos más, y hablamos por tipo de cáncer en vez de grupos tumorales, desde la puesta en marcha de la Unidad de Protonterapia, nuestro equipo médico ha tratado tumores de base de cráneo, condrosarcoma, cordomas, craneofaringiomas, ependimomas, esófago, ginecológicos, gliomas, hipófisis, mama, meduloblastomas, hepatocarcinoma, nasofaríngeos, oligometástasis, órbita, para-espinales, próstata, pulmón, rabdomiosarcoma, recto, reirradiaciones, sarcoma cerebral y sarcoma de partes blandas”, indica el Dr. Felipe Calvo, director científico de la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra.

El equipamiento tecnológico incluye un acelerador de partículas tipo sincrotrón de Hitachi, el más moderno disponible actualmente, que permite acelerar el haz de protones justo hasta la energía requerida para alcanzar el tumor en cada paciente de forma individualizada.

Tratamiento

Se trata de uno de los tres centros del mundo que cuenta con un gantry 360º con TAC integrado, que permite comprobar in situ y en tiempo real que el paciente está situado correctamente antes de iniciar el tratamiento, y rotar de forma completa para localizar el tumor sin que el paciente tenga que moverse, por lo que aumenta la seguridad y precisión, y reduce el tiempo de tratamiento. Cuenta también con un haz de barrido dinámico (Pencil Beam Scanning), que escanea el tumor y maximiza la dosis depositada en el tumor, minimizándola en el tejido sano.

La tecnología de la Clínica incorpora también un sistema que permite el tratamiento de los tumores sujetos a movimiento respiratorio (pulmón, mama, páncreas y hepático), siendo capaz de localizar y cuantificar el movimiento del tumor, y sincronizar el instante de la irradiación para lograr un mínimo impacto en el tejido sano.

Por otro lado, cuenta con el tamaño del campo máximo que existe (30x40 cm), lo que permite tratar grandes extensiones de tumor o regiones de alto riesgo oncológico (por ejemplo, tumores con enfermedad craneoespinal y sarcomas retroperitoneales) reduciendo significativamente el número de veces que es necesario posicionar al paciente.