Seguro que has oído su nombre cientos de veces y que más de una vez (y de dos y de tres…) te han dicho que con ella puedes hacer recetas ricas y saludables, pero… ¿de verdad conoces cuáles son los beneficios de la chía para tu salud? Déjanos decirte que son muchos y muy variados y que en las próximas líneas vamos a contártelos, para que además puedas empezar con una receta rápida, fácil y rica.
¿Sabías que las semillas de chía aportan mucho más omega 3 que el salmón?
Fuente de energía
Empezamos. La chía –cuyo significado en la civilización maya era fuerza- te aportará tu dosis diaria de energía. De hecho, uno de los beneficios de la chía para tu salud consiste en que su ingesta te mantendrá con las pilas cargadas buena parte del día, tanto si trabajas en casa como si vas a la oficina y muy especialmente si en tu agenda hoy hay hueco para hacer deporte. De hecho… esperamos que así sea.
Ahora que hablamos de ejercicio físico es importante que tengas en cuenta que las semillas de chía contienen más proteínas y potasio que cualquier verdura, por lo que si pretendes ganar masa muscular o necesitas ayudar a regenerar el tejido tras un entrenamiento, su consumo es una opción económica y saludable.
Mantén el peso a raya
Además, sus azúcares son de absorción lenta y éste es sin duda otro de los beneficios de la chía para tu salud. ¿Lo has adivinado? ¡Correcto! El consumo frecuente de chía te ayudará a mantener la báscula a raya y a no picar entre horas. Su alto contenido en fibra regulará también tu sistema digestivo y favorecerá que tengas bajo control la sensación de saciedad.
Otra razón de peso para animarte a consumir las semillas de chía es que son ricas en Omega 3, ese ácido graso cuyas propiedades son de gran ayuda para reforzar tu sistema inmunológico, cuidar de tu sistema nervioso central o mantener tu piel brillante e hidratada. ¡Ah! Dato curioso. ¿Sabías que las semillas de chía aportan mucho más omega 3 que el salmón?
Frena la oxidación y alivia el dolor articular
¿Te gustan estas ventajas? Pues espera, que hay más. Y es que entre los beneficios de la chía para tu salud aparecen dos que tienen que ver con la oxidación y depuración de tu cuerpo y con las articulaciones. Te contamos por qué.
Lo primero se justifica en que gracias al consumo de semillas de chía tu organismo elimina toxinas y líquidos, lo que te ayudará a regular tu flora intestinal y a frenar el proceso de oxidación celular. Y lo segundo tiene que ver con las propiedades antiinflamatorias que tiene este super alimento al ser capaz de aliviar de forma notable el dolor que puedas sufrir en tus articulaciones con el paso del tiempo.
Cómo prepararla de forma fácil y rápida
Ahora que ya conoces los beneficios de la chía para tu salud, ¿qué te parecería si te contásemos una forma fácil, rápida y rica de comerla? ¿Hemos oído bien? Pues aquí está nuestra propuesta para que te sea práctico y factible incorporar la chía a tu dieta en casi un abrir y cerrar de ojos.
Aunque son múltiples las recetas que pueden prepararse con estas semillas procedentes de Centroamérica, nuestra propuesta pasa por hacer un bowl de chía con frutas. Para poder aprovechar al máximo sus propiedades, debemos hidratar las semillas de chía previamente. ¿Quieres saber cómo hacerlo? ¡Vamos allá!
Como ingredientes necesitas:
- ½ taza de semillas de chía
- y 2 tazas de tu leche vegetal favorita
Y para hacerlo basta con que sigas estos pasos:
- Si quieres comer chía en el desayuno nuestro consejo es que la pongas a remojar la noche anterior.
- Puedes usar un bidón con bola mezcladora y agitar enérgicamente de vez en cuando, o echar la mitad de la leche vegetal que hayas elegido (por ejemplo, la de arroz con coco) para añadir luego las semillas y más tarde el resto del líquido.
- Llega el momento entonces de agregar la fruta en trocitos. Estamos en abril, así que es época de fresones, naranjas, kiwis, fresas, plátano, frutos rojos…
- ¿Hecho? Recuerda que también puedes añadir semillas y frutos secos.
- ¿Has visto que fácil es cuidar de ti y mimar tu salud? ¿Quieres variaciones? Usa zumos o yogur en lugar de leche vegetal. Añade avena, arroz, canela, miel… a tu gusto. Tú eliges.