El pepino es el mejor ejemplo de una verdura refrescante y, sobre todo en verano, es el aliado perfecto para contribuir a la hidratación, al tiempo que aprovechamos otras de sus propiedades, sobre todo, su bajo aporte de calorías y su valor como fuente de fibra. Para muchos, es el protagonista de las ensaladas, pero su papel no se queda ahí. Se trata de un producto muy versátil que podemos incluir en diferentes recetas. ¿Queréis saber cuáles?

Diferentes variedades de pepino

En España estamos acostumbrados al pepino “patrio”, un fruto más corto, de un verde intenso y con una especie de pequeños pinchos a lo largo de su piel. Sin embargo, a lo largo del mundo existen muchas más variedades que, aunque proceden de la misma familia, los diferentes cruces han provocado diferencias en su aspecto.

El pepino holandés es mucho más alargado y con la piel muy fina

Por ejemplo, el conocido como pepino holandés es mucho más alargado y con la piel muy fina y sin protuberancias. La variedad japonesa está decorada con surcos longitudinales. Y existe un pepino denominado “limón”, de forma redondeada y con la piel de color amarillo. Incluso encontramos una fruta exótica, denominada kiwano, conocido también como pepino cornudo, que procede de la misma variedad de planta.

Beneficios del pepino

Como decíamos al principio, el pepino es una hortaliza con un aporte calórico muy bajo debido a su alto contenido en agua (el 95%). Así, una ración de 100 g, apenas aporta 13 calorías, por lo que es un aliado perfecto para la pérdida de peso. Precisamente, su alto contenido en agua nos ayuda a eliminar toxinas del organismo. A su vez, es muy rico en fibra (sobre todo si se consume con la piel, que es muy recomendable) y aporta vitaminas de los grupos A, B, C y E, además de potasio, hierro, calco, fósforo y magnesio.

Algunos estudios le otorgan también la presencia de compuestos fenólicos que podrían tener un efecto antioxidante que ayudaría a retrasar el envejecimiento de nuestras células.

Pepino
Pepino

Cómo elegir el pepino y cómo conservarlo

Para elegir los mejores pepinos, estos deben estar firmes, con la piel bien verde y tersa. Descartaremos aquellos ejemplares que empiecen a estar blandos ya amarillear.

Por regla general, cuanto más pequeño es el pepino más sabroso suele estar, ya que, en los ejemplares más grandes, podemos encontrarnos con unas semillas demasiado desarrolladas y, por tanto, más duras de lo deseable.

En el frigorífico, se puede conservar entre una y dos semanas en el cajón de las verduras. Si lo abrimos y no lo terminamos de consumir, o si queremos conservarlo ya cortado, lo protegeremos con film alimentario. Y hay que evitar guardarlo cerca de otras frutas (sobre todo, manzanas), ya que el etileno que desprenden pueden contribuir a incrementar el nivel de amargor.