La natación es una actividad física excelente para evitar el dolor de espalda, favorecer la musculatura y beneficiarnos de una gran cantidad de ventajas para la salud. En este artículo te explicaremos a fondo los pros que acarrea la práctica regular de la natación.

Si sufres con frecuencia de dolores de espalda, pero no se te ha diagnosticado una causa subyacente, la natación no sólo evita que el dolor empeore, sino hará que te sientas aliviado. Si tienes algún problema de salud como una hernia discal u otro tipo de patología centrada en la espalda, la medicina recomienda la natación como la actividad física idónea para recuperar la movilidad. 

La natación permite flexibilizar y fortalecer la musculatura y otras estructuras de tu espalda

Ventajas de nadar para el dolor de espalda

Te contamos algunas de las ventajas más destacadas para que tu salud se vea recompensada por este ejercicio:

  1. La natación permite flexibilizar y fortalecer la musculatura y otras estructuras de tu espalda, sin apenas impactar negativamente en la columna.
  2. La densidad del agua permite que cuando realizamos una actividad física dentro de ella, tu columna no tenga que soportar todo el peso de nuestro cuerpo. Por ello, la natación es un deporte de bajo impacto para tu espalda. 
  3. El agua ejerce un efecto tipo masaje sobre los músculos, contribuyendo a reducir los dolores de espalda y a proporcionarte una sensación de bienestar general después de nadar.
Natación
Natación

Consejos para nadar sin dañar tu columna vertebral

Cualquier actividad física dentro del agua, especialmente la natación, es un deporte idóneo para los que sufren dolor de espalda. No obstante, debes saber cómo realizar este ejercicio adecuadamente, puesto que de lo contrario, podría resultar dañino para ti. Te damos algunos consejos clave para nadar de forma correcta: 

  1. Antes de empezar a practicar la natación, acude a clases con un monitor especializado para que te enseñe una técnica correcta que se adapte a tus necesidades. También puedes consultar a tu médico e cabecera las pautas más importantes. 
  2. Debes ejercitarte de modo gradual. Nadar en exceso o hacerlo de forma muy intensa no te ayudará, e incluso puede resultar contraproducente o frenarte a la hora de practicar este deporte de modo regular.
  3. Procura mantener tu cuerpo en posición horizontal el mayor tiempo posible a la hora de nadar. La densidad del agua, como hemos dicho, hace que esta no tenga impacto en esta posición.
  4. Evita giros y movimientos bruscos para no añadir dolores musculares a tu espalda y a otras zonas del cuerpo.
  5. No levantes el cuello demasiado y evita mantener la zona lumbar en tensión constante.