La insulina es una hormona que fabrica nuestro organismo en el páncreas y que tiene varias funciones, entre ellas las de regular el metabolismo energético de las células y los niveles de azúcar en sangre. Su papel se puede ver alterado por circunstancias como el estrés, los malos hábitos alimenticios o la falta de ejercicio. Cuando las células son resistentes a la insulina, no pueden usar la insulina de manera efectiva, lo que aumenta el nivel de azúcar en la sangre.

A su vez, cuando el páncreas detecta un nivel alto de azúcar en la sangre, produce más insulina para superar la resistencia y reducir el nivel de azúcar en la sangre. De esta forma, se desregula la producción en el páncreas y se produce un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras enfermedades cardiovasculares.

Existen algunas formas naturales para aumentar la sensibilidad a la insulina. Estas son algunas de ellas.

Dormir lo suficiente

Existen estudios como este llevado a cabo en México que relaciona la falta de sueño con la reducción de la sensibilidad a la insulina. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo una buena rutina y dormir las horas adecuadas, que generalmente para una persona adulta suele ser entre seis y ocho horas diarias.

Hacer más ejercicio

El ejercicio regular es una de las mejores maneras de aumentar la sensibilidad a la insulina. Ayuda a mover el azúcar a los músculos para su almacenamiento y promueve un aumento inmediato de la sensibilidad a la insulina, que dura de 2 a 48 horas, según el tipo de ejercicio.

Persona caminando por un parque / Unsplash
Persona caminando por un parque / Unsplash

Reducir el estrés

El estrés afecta la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en la sangre, porque estimula la producción de hormonas del estrés como el cortisol y el glucagón. Estas hormonas descomponen el glucógeno, una forma de azúcar almacenada, en glucosa, que ingresa al torrente sanguíneo para que el cuerpo la utilice como fuente rápida de energía. El estrés continuo mantiene altos los niveles de la hormona del estrés, lo que estimula la descomposición de nutrientes y aumenta el azúcar en la sangre.

Tomar más fibra

La fibra soluble, aquella que puede disolverse en agua y forma una especie de gel en el intestino, ayuda a reducir el colesterol y el apetito. Investigaciones como esta desarrollada en China relacionan el alto consumo de fibra soluble y el aumento de la sensibilidad a la insulina.

Reducir los carbohidratos

Los carbohidratos son el principal estímulo que hace que aumenten los niveles de insulina en sangre. Cuando el cuerpo los convierte en azúcar para obtener energía y la libera a la sangre, el páncreas fabrican más insulina. Reducir la ingesta de estos nutrientes ayuda a aumentar la sensibilidad a la insulina