Las relaciones saludables tienen un impacto muy positivo en la vida de las personas y pueden repercutir de forma beneficiosa en la salud de sus miembros en múltiples aspectos. Y existen estudios científicos que lo demuestran. Por ejemplo, según esta investigación publicada en JAMA International Medicine, cuando un miembro de la pareja decide dejar atrás un hábito negativo, su porcentaje de éxito aumenta si el compañero le acompaña.
Así, tal y como se recoge en la investigación, el 50 por ciento de las mujeres que intentaron dejar de fumar pudieron dejar de hacerlo si su pareja también estaba trabajando en ello, en comparación con solo el 17 por ciento que tenía una pareja que no fumaba. Ocurre lo mismo con el ejercicio. Cuando ambos miembros lo hacen a la vez, la posibilidad de lograr una mejora en los hábitos de vida aumenta notablemente.
Otro estudio llevado cabo con más de 3,5 millones de personas en Nueva York y presentado en el Colegio Americano de Cardiología, concluye que las parejas mayores (más de 50 años) tienen un 5% menos de riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con los solteros, y las parejas más jóvenes (menores de 50 años) tienen un 12 por ciento menos de probabilidad de enfermedad cardíaca.
Y existen más. En este trabajo llevado a cabo por expertos de la Universidad de Harvard se pudo comprobar que aquellas personas que convivían con una pareja durante la mediana edad vieron caer sus probabilidades de desarrollar demencia en un 50 por ciento. Permanecer soltero hasta la mediana edad, por otro lado, duplicó el riesgo de niebla cognitiva y divorciarse triplicó las probabilidades de problemas de memoria.
Por otro lado, investigadores de la UCLA estudiaron a 79 parejas en un estudio y descubrieron que las parejas que se alegran de los logros de cada uno de ellos convierten ese apoyo en importantes impulsos emocionales, lo que llevó a los investigadores a concluir que animar a la pareja durante los momentos buenos puede ser más esencial para la felicidad que mostrar soporte en los momentos bajos.
Como curiosidad, en un estudio de la Universidad de Illinois que examina la dinámica de las relaciones a largo plazo, los expertos concluyeron que, cuando los miembros de la pareja están cerca el uno del otro, su frecuencia cardíaca se sincroniza en patrones complejos de interacción.