En la última década, el gluten ha pasado de ser un componente alimenticio poco conocido a ocupar un lugar central en el debate sobre la salud y la nutrición. Ubicado principalmente en trigo, cebada y centeno, el gluten es una proteína que puede causar problemas de salud en personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca. Sin embargo, incluso entre aquellos sin estas condiciones, eliminar el gluten de la dieta se ha popularizado como una estrategia para mejorar la salud y el bienestar general. ¿Pero qué le ocurre realmente a nuestro cuerpo cuando dejamos de consumir gluten por un tiempo?

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El gluten está en los productos derivados del trigo, la espelta y la cebada/ Foto: Unsplash

 

Algunas personas reportan sentirse más energizadas y con un mejor estado de ánimo después de dejar de consumir gluten

 

1. Mejoría en la digestión y reducción de inflamación

Para individuos con sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca, eliminar esta proteína puede resultar en una notable mejora en los síntomas digestivos. Esto incluye una reducción en la hinchazón, gas, diarrea y estreñimiento. La inflamación intestinal también puede disminuir, lo que mejora la absorción de nutrientes y reduce el dolor abdominal. Incluso en personas sin sensibilidades conocidas, algunos reportan una digestión más cómoda y menos problemas intestinales tras reducir o eliminar el gluten de su dieta.

 

2. Cambios en la composición corporal

A menudo, al eliminar el gluten, las personas también reducen su consumo de alimentos procesados y altos en calorías, ya que muchos de estos contienen gluten. Este cambio puede llevar a una pérdida de peso y a una mejora en la composición corporal, especialmente si se sustituyen estos alimentos por opciones más nutritivas y ricas en fibra. Sin embargo, es crucial destacar que no el gluten en sí, sino la calidad general de la dieta y el balance calórico, son los que determinan estos cambios.

 

3. Impacto en la energía y el estado de ánimo

Algunas personas reportan sentirse más energizadas y con un mejor estado de ánimo después de dejar de consumir gluten. Esto podría deberse a la mejora en la digestión y la absorción de nutrientes, así como a una reducción en la inflamación corporal. No obstante, la evidencia científica es variada, y estos beneficios pueden depender en gran medida de las características individuales y de la presencia de sensibilidades o alergias al gluten.

 

4. Riesgo de deficiencias nutricionales

Es importante señalar que eliminar el gluten sin una planificación adecuada puede llevar a deficiencias nutricionales. Muchos alimentos que contienen gluten son también importantes fuentes de vitaminas del grupo B, fibra y minerales. Por lo tanto, aquellos que eligen seguir una dieta sin gluten deben asegurarse de incorporar alimentos alternativos ricos en estos nutrientes o considerar la suplementación si es necesario.

 

5. Cambios en la microbiota intestinal

La dieta tiene un impacto significativo en la composición de la microbiota intestinal. Al cambiar drásticamente los tipos de alimentos que consumimos, como al eliminar el gluten, podemos influir en nuestra microbiota. Aunque los efectos específicos pueden variar, algunas investigaciones sugieren que dietas restrictivas podrían reducir la diversidad microbiana, lo cual es un factor clave en la salud intestinal y general.

 

Conclusión

Eliminar el gluten de la dieta puede tener varios efectos en el cuerpo, desde mejorar los síntomas digestivos y potencialmente influir en la energía y el estado de ánimo, hasta plantear riesgos de deficiencias nutricionales si no se maneja correctamente. Es esencial que esta decisión se tome con una comprensión clara de las necesidades y respuestas individuales del cuerpo, y preferiblemente, bajo la guía de un profesional de la salud, para asegurar que se mantenga un equilibrio nutricional óptimo.