La incidencia del dolor de espalda en la población adulta es elevada. Se calcula que seis de cada diez personas lo padecen a lo largo de su vida y una buena parte de ellas no acude a un especialista para llevar a cabo un tratamiento adecuado y convive con el dolor a diario. El origen puede variar según las circunstancias.

En ocasiones, se debe a alteraciones de la columna vertebral como la escoliosis, la hernia discal o el propio desgaste de las articulaciones debido al envejecimiento. Algunas investigaciones apuntan a un origen neurológico, pero hace falta más investigación al respecto.

El dolor puede producirse en la zona cervical, dorsal o lumbar y puede resultar claramente incapacitante. Por ejemplo, según recoge la OMS, el dolor lumbar es la causa más frecuente de discapacidad en 160 países. Lo importante es, cuando se presenta por primera vez el dolor, acudir a un especialista para establecer el diagnóstico correspondiente y confirmar el origen del problema.

Para determinarlo, hay que analizar la historia clínica del paciente y una exploración física que puede incluir pruebas radiográficas. Pero más allá del diagnóstico, la mayor parte de las personas solemos tener en nuestra día a día una mala higiene postural que favorece la aparición del dolor.

Estos son los principales errores que la mayoría de la gente comete y que afectan a su salud.

Permanecer de pie al mismo nivel y no variar de postura

Los expertos aconsejan mantener siempre uno de los dos pies alternativamente apoyado en una superficie más alta y cambiar frecuentemente de postura, porque así la columna está preparada para el movimiento y sufre menos en una posición como esa.

Dormir boca abajo con el cuello doblado

La postura a la hora de dormir es fundamental para prevenir el dolor de espalda. Lo mejor es acostarse boca arriba para mantener la curvatura lumbar y respirar sin girar el cuello. También puede ser ligeramente de costado, flexionando la cadera y la rodilla, y con los hombros y la cabezada adaptados a la almohada.

Agacharnos para coger peso sin doblar las rodillas

Hay que tener cuidado y no se debe levantar peso con las piernas estiradas y la columna flexionada hacia delante. Es aconsejable doblar las rodillas, con la espalda recta y la cabeza levantada. La carga no tiene que superar la altura del pecho y debe colocarse lo más cerca posible del cuerpo. 

Sentarse sin un buen respaldo

En la oficina o cuando se trabaje delante del ordenador hay que procurarse un buen respaldo que sea ligeramente prominente para sujetar la espalda, especialmente la zona lumbar. Hay que sentarse con los pies apoyados en el suelo y las rodillas al mismo nivel o por encima de las caderas. La pantalla debe situarse de frente, a 45 centímetros de distancia aproximadamente, y con los antebrazos apoyados en la mesa sin levantar los hombros.

Mujer sentada incorrectamente frente al ordenador / Unsplash
Mujer sentada incorrectamente frente al ordenador / Unsplash

Levantarse de la cama bruscamente

A la hora de levantarse de la cama, no es aconsejable hacerlo directamente desde la posición de decúbito supino. Hay que apoyarse en un costado y después, apoyándose con los brazos, incorporarse de lado.