La OMS define el TDAH como una patología psiquiátrica grave que afecta a entre un 5 y un 7% de los niños y entre un 4 y un 5% de los adultos. Se diagnostica generalmente en la niñez y, en un 50% de los casos, esta patología persiste en la vida adulta y puede causar graves perjuicios a quienes la padecen. Pero, ¿lo hace de la misma manera? ¿O empeoran los síntomas como la hiperactividad, la falta de concentración, los problemas de relación con los demás?
Agravamiento de los síntomas del TDAH con la edad
Tanto los síntomas como el tratamiento pueden variar según el individuo que la padece. Pero, según apuntan las investigaciones, los síntomas del TDAH normalmente no se intensifican con la edad, aunque también es cierto que no tienen por qué mejorar tampoco. Simplemente, en buena parte de los casos, se transforman. Por ejemplo, en este estudio llevado a cabo por expertos de la Universidad de Washington, se demuestra que los adultos pueden experimentar síntomas fluctuantes con el tiempo.
El control del TDAH generalmente implica un tratamiento a largo plazo con una combinación de medicación y terapia. Cuanto más graves son los síntomas, más temprano es el diagnóstico. El TDAH alcanza su punto máximo durante la infancia y se calcula que entre el 10 y el 20% de los niños diagnosticados con TDAH ya no cumplen con los criterios diagnósticos oficiales en la edad adulta.
Cómo cambian los síntomas
Pero si bien esto puede hacer pensar que algunas personas superan el TDAH, lo cierto es que esto ocurre en relativamente pocos casos. Generalmente, como se mencionaba anteriormente, los síntomas y cambian y, además, las personas suelen desarrollar mecanismos más efectivos para afrontar los problemas y controlar los síntomas. Existen algunos trabajos que concluyen que los adultos que fueron previamente diagnosticados con TDAH leve en la infancia tienden a desarrollar mejores habilidades para afrontar sus deficiencias en la edad adulta.
Sí que es cierto que, generalmente, los síntomas que tienen que ver con la hiperactividad tienden a mejorar más con la edad y, por lo general, disminuyen al final de la infancia y al comienzo de la adolescencia. Pero, normalmente los síntomas suelen ser reemplazados por otros y un aumento de los trastornos relacionados con la ansiedad.
Los comportamientos impulsivos en el TDAH también pueden mejorar con la edad, aunque las consecuencias pueden ser mayores debido a las actividades de mayor riesgo que se realizan durante la edad adulta. Los ejemplos incluyen el trastorno por uso de sustancias o, incluso, los accidentes automovilísticos.
Un síntoma del TDAH que tiende a permanecer estable o incluso aumentar en todos los grupos de edad es la falta de atención. Las investigaciones como esta demuestran que algunos síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para interferir con las actividades diarias, como el trabajo. En cualquier caso, las terapias y posibles medicamentos son la mejor manera de avanzar.