Los ronquidos suponen un problema en muchas relaciones de pareja a la hora de que duerman en la misma habitación. Sobre ellos se lleva décadas investigando pero aun así suenan a diario en millones de hogares del mundo.
Pero aunque se sabe cada vez más sobre los ronquidos, conviene desmentir algunos de los mitos que muchas veces están instalados en el imaginario popular. Por eso, vamos a ver algunos de ellos.
El ronquido indica un sueño profundo y confortable
Muy al contrario, los ronquidos provocan interrupciones frecuentes del sueño e impiden que quien duerme alcance las etapas más profundas del sueño; algo que es esencial para un sueño reparador.
El ronquido es una señal de que el cuerpo está luchando por respirar normalmente, mientras que las vibraciones del paladar obstruyen su respiración. Esa respiración menos eficiente provoca una caída en la oxigenación de la sangre y obliga al corazón a trabajar más para evitar esa carencia de oxígeno en el sistema circulatorio. Y ese estrés en el sistema cardiovascular tiene consecuencias negativas a corto y largo plazo.
Por otra parte, los ronquidos en los niños también son problemáticos porque su cerebro, en rápido desarrollo, requiere altos niveles de oxígeno en la sangre.
Todo el mundo ronca, luego es normal
Aunque mucha gente ronca, roncar no es normal. El ronquido excesivo o regular debe considerarse una enfermedad, ya que puede ser un indicio de la presencia de apnea del sueño, que es un paro respiratorio durante el sueño.
Se ha demostrado que las personas con apnea del sueño tienen menos células grises cerebrales, responsables de la inteligencia y las facultades intelectuales. Se cree que la falta de oxígeno resultante de la apnea del sueño no tratada es la causa.
Además, a medida que disminuye la calidad del sueño, disminuye la secreción de hormonas vitales como la hormona del crecimiento, la melatonina y el cortisol, lo que puede conducir a otros problemas como obesidad, envejecimiento prematuro, letargo, problemas de concentración, irritabilidad, hipertensión y disminución de la eficacia del sistema inmunitario.
El ronquido solo afecta a quien ronca
Un roncador promedio produce un sonido de 60 decibelios (dB), que es el equivalente al ruido de una aspiradora y algunos roncadores severos pueden llegar a más de 80 a 90 dB, que es el ruido que hace el paso de un camión.
Se ha comprobado que dormir con alguien que ronca provoca presión arterial alta en la otra persona, lo que puede afectar su salud a largo plazo. El sueño del compañero se interrumpe frecuentemente, lo que no es tan reparador.
Los ronquidos los causa la congestión nasal y se detiene si esta desaparece
Aunque la congestión puede empeorar los ronquidos, no es la causa. De hecho, la cirugía en la nariz para tratar de corregir los problemas respiratorios mejora solo a uno de cada diez pacientes en este sentido.
Las vibraciones provocadas por los ronquidos provienen del paladar blando y esto puede verse agravado por la presencia de una mandíbula pequeña y una posición de la lengua hacia atrás.
No hay cura para los ronquidos
Los ronquidos que no sean ocasionales pueden y deben tratarse. A menudo se tratan junto con la apnea del sueño. Algunas opciones, como la cirugía o una máquina CPAP (que fuerza el aire en las vías respiratorias durante el sueño) son más drásticas que otras.
Los ronquidos y algunos tipos de apnea del sueño se pueden tratar con éxito con un dispositivo de avance mandibular.
Los cambios en el estilo de vida, como fumar, beber alcohol, la dieta y el ejercicio, también pueden reducir los ronquidos.