Una de las máximas preocupaciones actuales en ámbito del deporte está relacionada con la motivación de los deportistas jóvenes para permitir que expriman su potencial

Muchos son los profesionales (entrenadores, ayudantes, directivos, médicos, psicopedagogos, psicólogos, etc.) que, desde diferentes perspectivas, intentan encontrar las directrices elementales que permiten garantizar una motivación suficiente, con la cual alcanzar la máxima gratificación posible en el deporte. El problema está en que no existe un consenso entre ellos.

Sin embargo, siempre se puede pensar al revés, es decir, tener en cuenta lo que no se debería hacer si se quiere conservar la motivación de un deportista

La motivación es clave para exprimir el potencial

Para motivar a los jóvenes deportistas hay que evitar...

A continuación se proponen algunos aspectos que conviene evitar en el mundo del deporte, sobre todo con deportistas jóvenes. Las recomendaciones son, principalmente, para entrenadores.

Motivación y deporte
Motivación y deporte

1. No tolerar los altibajos en el rendimiento

En el mundo del deporte, como en otros ámbitos de la vida, los deportistas pueden tener días mejores y otros peores. Lo importante es que sientan apoyo por parte de sus entrenadores y que éstos respeten y comprendan los cambios. Para ello siempre es importante prestar atención al comportamiento habitual del deportista y seleccionar las herramientas adecuadas para hacerles frente.

2. Considerar “resultado = ser”

Muchos deportistas sienten que el entorno los valora como persona según sus resultados deportivos. En estos casos, piensan que si se ha obtenido un buen resultado se “es mejor” y si se ha obtenido un mal resultado se “es peor”. La cuestión es hacer ver que uno mismo es independiente a los resultados que obtiene ya que éstos pueden estar influenciados por múltiples variables que no sólo se relacionan con uno mismo.

3. Limitar la participación en la toma de decisiones

El deportista debería tener la oportunidad de decidir acerca de, por ejemplo, sus objetivos o las condiciones de entrenamiento. El hecho de sentir que se tiene en cuenta la opinión personal proporciona una sensación positiva que puede aumentar la motivación y la responsabilidad conforme el deporte. Hay que procurar consultar, cuando sea adecuado, el punto de vista del deportista e intentar llegar a un consenso con él.

4. Establecer objetivos de resultado poco realistas

Es importante que los objetivos sean realistas. De hecho, es una de las bases para realizar un buen objetivo. Para mantener o aumentar la motivación es primordial que los objetivos se vean como alcanzables y que el propio deportista crea que los puede conseguir. Si de primeras se plantea un objetivo demasiado ambicioso y con el cual el deportista siente que no va a prosperar, es difícil que la motivación no decaiga.

5. Potenciar el feedback negativo

Conviene tener en cuenta que el deportista valora mucho los comentarios positivos y alentadores. Por esta razón, centrarse en los aspectos negativos sólo puede generar que el estado de ánimo decrezca. Es lógico pensar que hay que corregir aquello que se ha realizado de forma errónea pero es importante reconocer los logros y animar en cualquier situación.

6. Fomentar un patrón de insatisfacción crónica

Todas las personas que forman parte del entorno del deportista deben tener en cuenta la situación del mismo para evitar continuar con un patrón de insatisfacción, en el caso de que éste exista. Por ello es importante ayudar al deportista a ver las partes positivas de su condición y, en ningún caso, apoyar la visión negativa.