El TDAH es una patología psiquiátrica que afecta a entre un 5 y un 7% de los niños y entre un 4-5% de los adultos. En muchos casos su aparición es debida a factores genéticos, aunque también puede deberse a daños durante el periodo de gestación en el desarrollo del cerebro o a lesiones cerebrales durante los primeros meses de vida, aunque lo cierto es que hace falta mucha investigación al respecto.

Se manifiesta con hiperactividad, problemas de concentración y de atención, la desorganización e incapacidad para emprender, desarrollar y finalizar trabajos o tareas, la inconsistencia, la imposibilidad de planificarse de una forma adecuada o los despistes continuos.

Azúcar y TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad)

Se han realizado extensas investigaciones sobre la correlación entre el consumo de azúcar y el riesgo y los síntomas del TDAH, pero lo cierto es que los resultados son contradictorios. Por ejemplo, en esta revisión realizada en Brasil, los resultados indican que los patrones dietéticos poco saludables, con un elevado consumo de azúcar y grasas saturadas, aumentan los síntomas del TDAH. 

Alternativamente, los patrones dietéticos saludables, como un alto consumo de frutas y verduras, tienen un efecto protector. En otro estudio llevado a cabo en Irán sobre el consumo de azúcar y refrescos y los síntomas del TDAH se concluye que su ingesta provoca también mayor hiperactividad y déficit de atención.

Sin embargo, en esta investigación también realizada en Brasil, se concluye que en los niños de 6 a 11 años, un mayor consumo de sacarosa no se asoció con un mayor riesgo de TDAH. Aunque la sacarosa es solo un tipo de azúcar, estos resultados pueden mostrar que solo ciertos tipos de azúcar influyen en el TDAH.

Terrones de azúcar / Unsplash
Terrones de azúcar / Unsplash

Otros alimentos y TDAH

También se ha analizado que los aditivos artificiales, que a menudo se encuentran en alimentos con alto contenido de azúcar, pueden afectar negativamente los síntomas del TDAH, pero también son muy contradictorios. Respecto a la cafeína, numerosos estudios aseguran que el consumo de cafeína puede ayudar a reducir los síntomas del TDAH. Lo más probable es que esto se deba a los efectos de la cafeína en el sistema dopaminérgico, así como a otras posibles interacciones con los neurotransmisores.

En cualquier caso, el alto consumo de azúcar no se recomienda en ningún caso para cualquier sector de la población o patología. Y aunque no haya estudios concluyentes, muchas personas alegan que sienten más sensación de inquietud si consumen este alimento. Por eso es recomendable limitar la cantidad, así como la de los alimentos procesados, las bebidas como zumos o refrescos, y cualquier alimento que lleve azúcar añadida.

Por eso es importante leer la etiqueta del producto y comprobar si llevan azúcar de cualquier tipo, como glucosa, sacarosa, dextrosa, jarabe de glucosa, fructosa, oligofructosa, jarabe de fructosa, caramelo, miel, zumo de fruta concentrado, dextrina, maltodextrina, almidón modificado de maíz o tapioca.