Los smartphones nos facilitan la vida al hacer que la información sea accesible. Aun así, esa ventaja puede tener un precio asociado. Los móviles están cuidadosamente diseñados para que sean difíciles de dejar de lado. A través de sus colores, sonidos y vibraciones, la tecnología provoca que los usuarios se muestren muy interesados en ella. De hecho, los diseñadores e ingenieros de los dispositivos móviles desarrollan meticulosamente todos los aspectos para crear usuarios fanáticos de los mismos.

El 'phubbing' no es ninguna tontería

Todos tenemos un amigo que tiene la costumbre de revisar sus mensajes de texto mientras hablamos con él. Es algo tan común que tiene un nombre propio: phubbing.

El phubbing se refiere al hecho de que una persona solo preste atención a un dispositivo móvil sin hacer caso de su entorno. Una especie de ninguneo telefónico.

Las redes sociales están diseñadas para engancharte

Lo cierto es que casi todas las aplicaciones han sido pensadas para manipular la química cerebral y así provocar comportamientos adictivos. Por ejemplo, Instagram ha creado un código que deliberadamente evita mostrar a los usuarios nuevos 'me gusta' para que pueda entregar un montón de ellos de repente en el momento más efectivo posible, es decir, el momento en que ver nuevos ‘me gusta’ hará que desista en abandonar la aplicación.

Smartphones y máquinas tragaperras

Esa anticipación repentina que sientes cada vez que coges el teléfono es la misma que tiene lugar en las máquinas tragaperras, provocando una sensación de que algo emocionante podría suceder en cualquier momento. No son pocos los expertos que se refieren a los móviles de hoy en día como máquinas tragaperras portátiles.

Máquina tragaperras / Unsplash
Máquina tragaperras / Unsplash

La adicción al móvil y la concentración

Quizá sientas que ya no puedes concentrarte como antes. O que has empeorado tu capacidad para recordar cosas que has leído en versión online. Seguramente no sea producto de tu imaginación.

Cuando leemos medios digitales, el panorama desordenado de enlaces y anuncios y las breves ráfagas de atención que se requieren para desplazarse, deslizar y compartir en redes sociales dan como resultado una contradicción en términos: un estado de distracción intensamente concentrado.

Este tipo de distracción frecuente y enfocada no solo es capaz de crear cambios duraderos en nuestro cerebro, sino que está muy bien diseñado por sus creadores, según los expertos.

Las apps venden lo más valioso que tenemos

Las redes sociales pueden ser divertidas, pero no es casualidad que sean gratuitas.  Es porque en realidad no somos los clientes y la plataforma de redes sociales en sí misma no es el producto. En cambio, los clientes son anunciantes y el producto que se vende es nuestra atención. Esto es realmente importante, porque nuestra atención es lo más valioso que tenemos. Cuando decidimos a qué prestar atención en el momento, estamos tomando una decisión más amplia sobre cómo queremos pasar nuestras vidas.

No hay que temer

Pero no todo son malas noticias. Todos tenemos la oportunidad de revertir el rumbo, corregir nuestros comportamientos adictivos y encontrar una relación con nuestros teléfonos que sea productiva y positiva, no tóxica.

Lo primero es ir a la configuración del móvil y deshabilitar las notificaciones del móvil. A continuación, conviene descargar una aplicación de seguimiento, como iOS Screen Time para iPhone o Bienestar Digital para Android, que pueden ayudarnos a verificar cuánto tiempo de nuestro día a día estamos pasando mirando la pequeña pantalla. Por último, no dejes entrar el smartphone en tu habitación y cómprate un despertador de los de toda la vida, si necesitas despertarte a tiempo.