El maíz es dulce, jugoso y muy versátil. Un alimento del que se puede disfrutar durante todo el año pero que suele estar más presente en la mesa cuando llega el buen tiempo. Aunque se come como verdura, el maíz en realidad es un cereal. Pero más allá de lo que gusta, está repleto de nutrientes esenciales.

Cuenta entre sus valores nutricionales con fibra, magnesio, potasio, calcio, selenio y vitaminas A y C. Además, tiene muchos antioxidantes, más que otros cereales como el arroz y el trigo. Además, el maíz dulce es un alimento rico en almidón, lo que significa que tiene más carbohidratos que otros. Estos carbohidratos proporcionan energía.

A continuación, vamos a ver cuáles son los principales beneficios del maíz para la salud.

Evita las enfermedades crónicas

El maíz contiene un gran cóctel de antioxidantes, que incluyen luteína, zeaxantina, quercetina y vitaminas C y E. Los antioxidantes eliminan y combaten los radicales libres, esos compuestos nocivos que, cuando están presentes en exceso, pueden causar estrés oxidativo. Con el tiempo, el estrés oxidativo puede dañar las células y estimular el desarrollo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Pero comer alimentos ricos en antioxidantes, como el maíz, puede ayudar a reducir ese riesgo.

Ayuda a la salud digestiva

El maíz tiene mucha fibra insoluble, que extrae agua del intestino y, en última instancia, añade volumen a las heces. Esto puede ayudar a promover la regularidad digestiva, previniendo o aliviando potencialmente el estreñimiento. Además, contiene algo de fibra soluble, del tipo que se disuelve en agua. Esto forma un gel y, a su vez, ayuda a reafirmar las heces y aliviar la diarrea.

Maíz dulce : Pixabay
Maíz dulce / Pixabay

Bueno para el corazón

El maíz contiene muchos nutrientes necesarios para el bienestar cardiovascular, incluidos el potasio y el magnesio, los cuales ayudan a mantener una presión arterial saludable. Incluso la vitamina C en el maíz juega un papel importante, ya que sus propiedades antioxidantes protegen las células y los órganos del daño oxidativo.

La fibra soluble del maíz también ayuda. El hígado utiliza el colesterol para producir ácidos biliares o moléculas que apoyan la absorción de grasas. Pero cuando ingieres fibra soluble, se une a los ácidos biliares en el intestino, y cuando la fibra sale del cuerpo a través de las heces, lleva consigo esos ácidos biliares. Entonces, el hígado extrae el colesterol de la sangre para producir más ácidos biliares, lo que reduce los niveles de colesterol en la sangre.

Favorece la salud ocular

También tiene entre sus componentes luteína y zeaxantina, dos compuestos antioxidantes. Se trata de dos carotenoides, que son los pigmentos vegetales de color naranja, amarillo y rojo que le dan al maíz su famoso color amarillo. Pero eso no es todo lo que pueden hacer los carotenoides: también pueden proteger tus ojos debido a sus propiedades antioxidantes, que actúan contra el estrés oxidativo en los ojos. Esto es clave porque el daño oxidativo puede contribuir a enfermedades oculares relacionadas con la edad, como las cataratas y el glaucoma.