Todos tenemos un límite, y no es difícil alcanzarlo con todo lo que está sucediendo en los últimos meses, con la vorágine de acontecimientos que vivimos desde que comenzó la pandemia. Desde entonces, los datos confirman que los problemas relacionados con la salud mental se han disparado. Según la OMS, los problemas de salud física, el aislamiento, la falta de contacto social, la dificultad en la conciliación con la vida personal, los cambios de hábitos, los problemas laborales y demás circunstancias han pasado una gran factura.

Se calcula, según la institución, que una de cada cinco personas que han pasado la covid se ha enfrentado por primera vez a un diagnóstico de ansiedad, depresión o insomnio, y tiene además el doble de probabilidad de tenerlos que personas con otras patologías.

Los pensamientos suicidas han aumentado entre un 8% y un 10%, especialmente en personas adultas jóvenes (donde la cifra asciende a entre un 12,5% y un 14%). Y, en definitiva, ha empeorado la salud mental entre las personas que viven situaciones socioeconómicas más desfavorables y entre las personas con problemas de salud mental previos.

Por este motivo, es más necesario que nunca atender a nuestras emociones y sistema nervioso, que es el encargado de regular la mayor parte de los aspectos de la salud y el bienestar. Es responsable de actividades como los ciclos del sueño, las actividades automáticas como respirar y los procesos como pensar, recordar y sentir emociones.

Nuestro sistema nervioso necesita descansos y estos son algunas formas de lograr estos descansos.

Hacer ejercicio con peso

El peso proporciona al cerebro información propioceptiva, que puede producir un efecto calmante y organizador en el sistema nervioso central. La entrada propioceptiva también se usa formalmente en terapia física y ocupacional para tratar desde lesiones hasta autismo y parálisis cerebral. Una buena manera es levantar pesas o utilizar mantas pesadas o chalecos con peso para niños.

Hombre levantando peso

Abrazarse con un ser querido

Abrazar libera endorfinas y oxitocina, también conocida como la hormona del amor. Por eso es aconsejable por lo menos una vez al día llevar a cabo un acercamiento de este tipo para calmar el sistema nervioso.

Agitar el cuerpo

Al igual que hacen los animales, agitar el cuerpo es terapéutico. El estrés y la ansiedad acumula energía en el sistema nervioso y este acto, también llamado temblor terapéutico o neurogénico, puede ser liberador.

Un baño caliente

Los baños calientes pueden ayudar a reducir la inflamación y aumentan la segregación de  endorfinas. Para que sea una experiencia sensorial completa se pueden incluir plantas aromáticas o preparar un baño de burbujas.

Incluye grasa saludable en la alimentación

Las células nerviosas están envueltas en una capa protectora llamada mielina. Tomar grasas saludables como las omega-3, presente en el pescado azul o las nueces, pueden ayudar a mantener en buen estado esta capa protectora.