La agorafobia es un trastorno de ansiedad que implica un miedo extremo e irracional de no poder escapar de una situación difícil o vergonzosa en caso de desarrollar síntomas similares al pánico u otros síntomas incapacitantes.

El trastorno se caracteriza por la ansiedad que hace que las personas eviten situaciones en las que puedan sentirse aterrorizados, atrapados, impotentes o avergonzados. Puede ocurrir sola o junto con otra afección de salud mental, como el trastorno de pánico.

Este miedo a menudo conduce a conductas de evitación persistentes, en las que la persona comienza a alejarse de los lugares y situaciones en las que teme que se produzca el pánico. Por ejemplo, una persona con agorafobia puede evitar conducir un automóvil, salir de la comodidad del hogar, ir de compras a un centro comercial, viajar en avión o simplemente estar en un lugar lleno de gente.

Debido a estas conductas de evitación, la vida de una persona con agorafobia puede volverse muy restrictiva y aislada, afectando en gran medida su vida personal y profesional. Así, el aumento de los miedos y los comportamientos de evitación pueden dificultar que una persona con agorafobia viaje por trabajo o para visitar a familiares y amigos. Incluso las tareas pequeñas, como ir a la tienda, pueden volverse extremadamente difíciles.

El miedo y la evitación pueden volverse tan severos con la agorafobia que la persona con fobia se quede permanentemente en su casa. Afortunadamente, los síntomas agorafóbicos pueden tratarse.

Síntomas de la agorafobia

Los síntomas de la agorafobia pueden incluir temer salir de casa, miedo a los espacios abiertos o llenos de gente, miedo a espacios cerrados, miedo a perder el control en público, miedo a lugares de los que escapar podría ser complicado o temor al transporte público.

Estas situaciones casi siempre desencadenan una respuesta de ansiedad que no guarda proporción con el peligro real que presenta la situación. Los ataques de pánico suelen preceder a la aparición de la agorafobia. Cuando se ve obligada a soportar una situación temida, una persona puede experimentar un ataque de pánico que provoca síntomas que pueden incluir dolor en el pecho, escalofríos, mareo, diarrea, sensación de ahogo, sensación de irrealidad, náuseas, dificultad para respirar, sudores, temblores o incremento de los latidos del corazón.

Hombre con problemas de agorafobia : Unsplash
Hombre con problemas de agorafobia / Unsplash

Causas de la agorafobia

Se desconocen las causas exactas de la agorafobia, pero hay una serie de factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección. Los principales son tener otro trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada o el trastorno de ansiedad social, sufrir otros tipos de fobia, contar con antecedentes familiares de agorafobia o un historial de abusos o traumas.

Las experiencias negativas previas también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la agorafobia. Experimentar un ataque de pánico en una determinada situación o entorno puede generar temor de que tal reacción vuelva a ocurrir en el futuro.

Diagnóstico de la agorafobia

Para recibir un diagnóstico de agorafobia, un médico tiene que evaluar los síntomas y buscar cualquier afección médica subyacente que pueda estar causando esos síntomas. Tendrá que revisar el historial médico y la naturaleza, la duración y la gravedad de los síntomas de la ansiedad.

Para que alguien sea diagnosticado con agorafobia, debe tener un miedo marcado en al menos dos situaciones diferentes, como espacios abiertos, áreas concurridas o transporte público, que la situación agorafóbica casi siempre provoque una respuesta de ansiedad, que se dé un miedo desproporcionado con respecto a la amenaza, que tengan lugar comportamientos de evitación o angustia que interrumpan las rutinas normales, el trabajo, y las relaciones sociales, que se experimenten los síntomas durante al menos seis meses y, finalmente, que los síntomas no se expliquen mejor por otra condición médica o mental.

Tratamiento para la agorafobia

Si una persona desarrolla agorafobia con trastorno de pánico, los síntomas generalmente comienzan a ocurrir dentro del primer año en que la persona comienza a tener ataques de pánico recurrentes y persistentes. La agorafobia puede empeorar si no se trata.

Para obtener los mejores resultados en el manejo de la agorafobia y los síntomas de pánico, es importante buscar tratamiento tan pronto como surjan los síntomas. Las opciones de tratamiento generalmente incluyen una combinación de medicamentos y psicoterapia.