El duelo tras la muerte de un ser querido es un proceso individual, tan único como las personas que lo experimentan. Todo, desde nuestras historias personales y nuestra cultura hasta los rasgos de personalidad y el temperamento, afecta la forma en que experimentamos y enfrentamos una pérdida importante en nuestra vida.

Eso sí, existen algunas recomendaciones de los expertos que pueden ayudarnos a pasarlo lo mejor posible. Por eso, a continuación vamos a ver algunas consejos para llevar el proceso de duelo de una manera compasiva, constructiva y saludable.

No le pongas límites de tiempo

La mayoría de nosotros entendemos que el duelo es normal e inevitable después de una pérdida importante. Pero la duración del duelo no se entiende tan bien. Mucha gente piensa que debería durar un año, pero no más. Algunas personas piensan que puede durar un tiempo, pero que habría que sentirse mucho mejor después de las primeras semanas.

El duelo disminuye con el tiempo, pero es difícil predecir cómo de rápido y en qué medida va a ocurrir. Si experimentas una pérdida importante, siempre sentirás algo de tristeza cuando recuerdes esa pérdida. El duelo se trata de aprender a aceptar y manejar nuestra tristeza en torno a la pérdida, no a eliminarla.

No compares tu duelo con el de otros

El impulso de comparar y contrastar nuestro dolor con el de los demás es natural. Somos criaturas sociales y anhelamos el conocimiento de que lo que estamos experimentando no es completamente extraño o está fuera de la norma. Esto significa que no es sorprendente cuando nos encontremos deseando poder continuar con la vida tan rápido como lo hizo nuestra cuñada, por ejemplo.

Pero el acto de comparar nuestro dolor con el de los demás y luego juzgarlo en consecuencia no suele ser útil. Por un lado, la vida y las circunstancias de cada persona y la naturaleza de su pérdida son únicas. Esto significa que incluso si los detalles superficiales parecen similares, comparar los duelos es siempre una comparación de peras con manzanas.

La segunda razón para evitar demasiadas comparaciones cuando se trata de duelo es que no sirve. En la mayoría de las comparaciones hay una evaluación sutil de que nuestro duelo debería verse y sentirse más como el de otra persona. La implicación es que hay algo mal con nuestro dolor. En consecuencia, además de sentirte mal por tu pérdida, te sientes mal por sentirte mal.

El duelo es complejo. Y la complejidad no se presta bien a las comparaciones superficiales.

Dedica conscientemente tiempo al duelo

Una de las mejores cosas que puedes hacer es dedicar tiempo para llorar y estar triste a propósito. Tómate un tiempo de manera regular para abordar tu dolor y tristeza de manera intencional y voluntaria.

Cuando abordas tu dolor a propósito, le indicas a tu propia mente que lo que estás experimentando es doloroso pero no malo ni peligroso. Esta es probablemente la técnica más poderosa pero infrautilizada para manejar el duelo.

Como un buen amigo que escucha con compasión, el duelo valida intencionalmente tu dolor y sufrimiento.

Una mujer consuela a un hombre / Unsplash
Una mujer consuela a un hombre / Unsplash

Busca el apoyo social correcto

La idea de que se debe buscar apoyo social durante el duelo es uno de los consejos más comunes para procesar el duelo. También es uno de los más incomprendidos. El error clave que cometen las personas es que asumen que el apoyo social significa hablar con otras personas específicamente sobre su dolor o pérdida.

Y aunque hablar y compartir deliberadamente el duelo puede ser útil para algunas personas en ciertas etapas, esa no es la única forma de obtener apoyo social durante el duelo. El hecho de que estés de duelo no significa que tengas que hablar de tu dolor todo el tiempo.

Tómate en serio tu cuidado personal

Una parte poco apreciada de llevar bien el duelo es cuidarse a ti mismo, especialmente a tu cuerpo.

Cuando la pérdida y el duelo golpean, es comprensible que tu vida se vea sumida en el caos y el desorden. Desde cuestiones legales y logísticas hasta cambios sociales y emocionales, el duelo puede ser caótico.

Y en medio del caos y la confusión del duelo, muchas personas abandonan los hábitos y rutinas saludables que normalmente tenían hasta entonces. Esto hace que sea más difícil sobrellevar bien el duelo, por lo que hay que prestar atención a los buenos hábitos y recuperarlos cuanto antes.